Guayaquil intensifica su programacion navidena
El ambiente festivo ya se lo percibe y se intensifica en Guayaquil. Faltan apenas 13 días para que llegue la Navidad y en la ciudad la cultura del consumo toma más fuerza que nunca. Las familias están en busca del regalo perfecto. Quieren hacer feliz a un ser querido, precisan, no consideran que sea un acto superficial.
Ayer la bahía fue uno de los sitios más visitados. Por doquier había niños que buscaban patines, ‘transformers’ y zapatos; y esposas que preguntaban por perfumes, billeteras y videojuegos. Los 3.100 puestos de ropa que integran el área lucían llenos. Incluso los improvisados y portátiles, aquellos que, entre otros artículos, vendían camas y atuendos de mascotas.
La comerciante quiteña Melanie Pallasco era la ‘propietaria’ de uno de ellos. En enormes fundas y cartones movilizaba de cuadra en cuadra su mercadería. Hasta las 12:00 de ayer había recorrido ya dos hectáreas de las 17 que integran la bahía. Vendía trajes de Papá Noel para perros. Su can Lucas, un french poodle de dos años, los modelaba.
Lucas, que fue uno de los personajes más fotografiados en la zona, estaba vestido de blanco y rojo, y llevaba incluso botas. Era su primera vez como “socio comerciante”. La prenda costaba cinco dólares.
En las calles Manabí y Eloy Alfaro, en pleno casco comercial, en cambio se ofertaba, además de ropa, comida. En su mayoría frutos secos: nueces, almendras, pasas y todo lo necesario para elaborar la cena.
“Mi familia me ha dicho que no quiere regalos, que quiere algo simbólico. Les haré entonces la mejor de las cenas: pavo, arroz con nueces y jamón ahumado”, precisó Carmen Orellana, mientras adquiría los ingredientes.
Las compras navideñas (acto que según publica la revista especializada Psychology Today, surge como necesidad de reforzar lazos sociales), sin embargo, no fueron las únicas actividades con las que los guayaquileños celebran desde ya las Pascuas. La festividad tiene impreso su sello. La decoración con luces en las calles más emblemáticas, parques temáticos y shows también forman parte de la agenda.
En el hogar del Corazón de Jesús, por ejemplo, los residentes (adultos mayores) realizaron ayer, además de una presentación artística, un bazar en el que vendieron artículos elaborados por ellos y alusivos a la fecha: manteles, almohadas, alfombras, galletas y dulces. Todos a precios módicos, no mayores a 20 dólares.
El centro comercial Garzocentro hizo algo similar. Puso a disposición del público todo tipo de artículos para adornar las casas: guirnaldas, luces, duendecillos, nacimientos y velas. En sus jardines y pista de patinaje, en cambio, colocó árboles y estrellas iluminadas, y desarrolló una serie de actividades al aire libre programadas durante la temporada.
Sandra Menoscal, de apenas ocho años, participó en una de ellas. Fue al stand de caritas pintadas y le dibujaron copos de nieve y arbolitos de Navidad en miniatura en el rostro.
El Mall del Sol, que empezó a llevar a cabo actividades de este tipo desde el pasado 11 de noviembre, puso a disposición de grandes y chicos una piscina de pelotas gigante ambientada con la temática, y un espacio en el que una familia (integrada por un máximo de 20 personas) podía fotografiarse en una tarjeta postal.
El clan Navas Chávez, conformado por nueve miembros, fue uno de los primeros en hacerlo. “Por $ 3 podemos fotografiarnos en el Polo Norte, con renos y en la postura más ridícula. Es un bonito recuerdo. Mañana vendré con mis amigas a hacerme uno igual”, comentó Carola Navas, la mayor de las hijas.
Actividades similares, a las que acude un gran público, se efectuarán a lo largo de este mes en Guayaquil. En Mall del Sur está disponible un taller navideño, donde los padres pueden llevar a sus hijos a ser partícipes de tareas lúdicas. La modalidad para acceder a ellas es presentar una factura de cualquier local del centro comercial.