Guayaquil y Quito amanecen sin transporte urbano

Un día inusual para Elizabeth Maridueña. Tuvo que tomar un taxi desde su domicilio en Mucho Lote 2, norte de Guayaquil, para llegar a la vía a Daule, a la altura de la entrada a Pascuales, y hasta ahí llegó. Junto a la ciudadana, empleada de una fundación en Daule, decenas de personas más miraban los carros que transitaban la mañana de este, 3 de octubre de 2019, primer día del paro de transportistas, como esperando algún buen samaritano que los lleve así sea pagando un poco más de lo habitual. “Hasta el momento no hay ningún bus. Estamos aquí esperando a que nos recoja algún carro, pero nada. Tengo que llamar a mi trabajo para avisar que llegaré tarde”.

A unos pasos de Maridueña, Dennis Cabrera junto a un grupo de compañeras, también esperaban un vehículo que los lleve a su trabajo en el distrito de salud de Balzar. “Nos cogió por sorpresa porque nosotros trabajamos en otros cantones. Unos trabajamos en Balzar, Palestina, Yaguachi, Colimes, Nobol.

No hay cómo llegar al trabajo. Trabajamos para el Ministerio de Salud y no sabemos cómo llegar”, dijo el empleado público, quien tomó la precaución de tomar fotos y grabar videos para tener respaldo de la situación.

Así amaneció Guayaquil como resistencia de las medidas económicas adoptadas por el presidente Lenín Moreno, entre ellas, la eliminación del subsidio a las gasolinas extra y diesel cuyo nuevo precio ya es oficial. Solo el transporte de la Metrovía y uno que otro taxista estaban operando con normalidad en la capital guayasense.

La vía a Daule, hasta las 07:45 no estaba bloqueada, a diferencia de la noche del 2 de octubre que fue interrumpida por transportistas a la altura de Indulac, reportó el ECU 911 de Samborondón. Ningún bus de transporte público se pudo observar en la transitada arteria del Puerto Principal que conecta a la ciudad con otros cantones y provincias.

Luis Lalama, comandante de la Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil, confirmó a EXPRESO que hasta esa hora no existía reporte de vías cerradas en la ciudad. Además, que la autoridad no tomará acciones en contra del taxismo informal que desde temprano transporta a algunas personas hasta sus lugares de trabajo. “No vamos a tomar acciones contra nadie. Hay busetas y furgonetas que están movilizando a las personas, lo importante es que están siendo controlada para no generar ningún inconveniente”.

Sin embargo, horas después la ATM empezó a reportar disturbios y concentraciones en diferentes puntos como en la Av. 25 de Julio, frente al C.C Riocentro Sur, en el sector Las Cañas en Av. Casuarina, y la ciudadela Martha de Roldós, en el cerro de Mapasingue.

Quito también paralizado

Las cooperativas de transporte público de pasajeros (buses y taxis) acogieron las disposiciones de los dirigentes de la transportación de no salir a trabajar en rechazo a la elevación de los combustibles. Desde muy temprano no se observó circulación del transporte en Quito.

En el caso de los buses decidieron no salir y dejar sus unidades guardados en diferentes garajes y gasolineras. La transportación interprovincial, que une a una provincia con otra, no circulo por que las panamericana sur y norte de ingreso a Quito lucio despejada. Ciertas cooperativas de transporte intercantonal salieron a trabajar de manera irregular.

Raúl Tunala, dirigente de la cooperativa Mejía, que da el servicio entre Machachi y Quito (Cantón Mejía), dijo a EXPRESO que ellos han decidido trabajar de manera normal. Afirmó que las autoridades de la Agencian Provincial de Tránsito les garantizo su trabajo. Tunala afirmó que ellos laborarán siempre y cuando se generen esas garantías y no exista cierre de vías.

Sin embargo, con el transcurrir de la mañana, los taxistas fueron los que decidieron tomar acciones de protesta e iniciar el cierre de vías con plantones en las calles y en algunos sectores con la quema de llantas. Se colocaron en diferentes lugares de la ciudad y paulatinamente fueron cerrando las calles e incluso agrediendo a otros taxistas que si decidieron trabajar.

Esto ocasionó complicaciones en el tránsito de los ciudadanos que utilizaron sus vehículos para dirigirse a sus empleos. Además, las paradas lucieron llenas de personas que esperaban quien les lleve para poder llegar a laborar.