El guayaquileno puede ‘pegarse’ un bolon a toda hora
El ‘Bolón Guayaco’, una mezcla de verde, queso, chicharrón, queso fresco y mozzarella derretidos, longaniza y salprieta, podría hacerle ‘agüita la boca’ a muchos.
El ‘Bolón Guayaco’, una mezcla de verde, queso, chicharrón, queso fresco y mozzarella derretidos, longaniza y salprieta, podría hacerle ‘agüita la boca’ a muchos. Este es el platillo ganador de la sexta edición de la Feria Gastronómica Raíces, que se prepara en el local Boloncity, ubicado en la Garzota, de Guayaquil.
Su propietaria Lizzet Toledo asegura que desde que abrió este local, hace tres años, notó que “el guayaquileño puede comer bolones a toda hora del día”, a pesar de que este es un plato típico para un desayuno.
Jorge Chulla, quien disfruta de este platillo, asegura que es cierto, pero lamentablemente no ha encontrado en la ciudad un lugar que lo prepare en las noches. Es por eso, Toledo tiene como meta abrir un nuevo local en algún centro comercial para darle el gusto a los antojos de algunos porteños.
Para la nutricionista Jazmín Cevallos, dice que excederse con este plato típico podría poner en riesgo a la salud, por el alto índice calórico y de grasas que contiene. Sin embargo, un adulto sano puede darse este gustito una vez a la semana, de preferencia, los fines de semana. “Máximo dos veces a la semana, y los sábados y domingos que es cuando la gente tiende a ‘pecar’ con la comida”, mencionó a experta. La nutricionista también aconseja que es más conveniente disfrutar de este platillo en las mañanas.
De hecho, un estudio de Verónica Valdez sobre la Composición Nutricional de los principales platos típicos de la Costa ecuatoriana y su adecuación a las enfermedades crónicas no transmisibles, de la Universidad de Guayaquil, detalla que un bolón tiene exceso de macronutrientes.
“Esto se debe a que el bolón es parte de un desayuno, pero no es considerado como un plato fuerte. Este plato representa un riesgo para una persona con enfermedades crónicas no transmisibles, el aporte energético proporcionado por este plato tiene un exceso de 561,99 calorías, según lo requerido en un desayuno”, recoge la tesis.
Por eso, Toledo cuenta que como parte del proceso de preparación de sus bolones han optado por no excederse en las grasas y han tratado de hacerlos lo más sano posible.