Simpatizantes y detractores se apostaron en los exteriores de la Asamblea Nacional

Mientras en el interior de la Asamblea Nacional todo estaba listo para iniciar el juicio político contra el primer mandatario, Guillermo Lasso; en los exteriores se apostaban cientos de simpatizantes del Gobierno y también detractores.

Desde las 07:30 se concentraron en el parque El Arbolito, centro norte de Quito, aquellos que llegaron desde diferentes ciudades del Ecuador, incluidas las parroquias rurales de la urbe.

Entre los asistentes estaban educadores, funcionarios de la salud, exmiembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

El apoyo para Lasso se vio reflejado en las pancartas, carteles y consignas que exhibió la gente, mientras se concentraban para marchar más tarde, hacia el Palacio Legislativo.

La sesión estaba convocada para las 10:00 y desde la madrugada, las fuerzas del orden cercaron el perímetro aledaño, para evitar disturbios.

El tránsito también fue otro contratiempo ya que se cerraron unos tramos de las avenidas 6 de Diciembre, Tarqui y 12 de Octubre. Estaciones de la ecovía y trole tampoco funcionaron.

Entre los asistentes estuvo Milton Ordóñez, quien viajó desde Cuenca para oponerse al proceso político que estaba en marcha y para hacer respetar el proceso democrático que se reflejó en las urnas, tras la elección del actual presidente.

“Debemos defender la democracia como ciudadanos más allá de quién sea el gobierno. Se debe respetar el período de Lasso, más aún cuando hay un juicio ilegal de por medio. Lo elegimos en las urnas y es nuestra obligación hacer valer esto. La Asamblea está dividida y no busca el bienestar de la gente, solo ven por sus intereses. Han bloqueado todo tipo de proceso que pudo ayudarnos. Es momento de darnos cuenta a quiénes tenemos ahí adentro trabajando a favor del caudillismo”, añadió.

Con el pasar de las horas, los asistentes aumentaron y los coordinadores provinciales dijeron que en promedio hubo más de 20 mil personas en esta cita.

La insignia con la que se identificaban eran las camisetas tricolor que portaban, así como también de uno de los tres tonos del estandarte nacional.

Cuando Lasso inició su intervención, cerca de las 13:20, las tres pantallas gigantes que se instalaron en las afueras mantuvieron ocupados y pendientes a los ciudadanos. Una se colocó en El Arbolito, otra frente a la Asamblea y la última en el ingreso al bulevar del edificio legislativo.

Mientras tanto, al otro lado, en las calles Hermanos Pazmiño y Luis Saa, un grupo de detractores del Gobierno se concentró para pedir la destitución del jefe de Estado, Guillermo Lasso.

Al finalizar este proceso, unas cuantas personas de ambos bandos se encontraron en una esquina, donde unas mujeres se golpearon, interviniendo al final la Policía Nacional.