Hay 262 organizaciones políticas en un país hostil a la militancia
Ecuador adolece de inmadurez política, diagnostican expertos. La receta es exigir a las tiendas políticas verdaderas democracias internas y formación.
En exceso. Y en escasez. Así están los números de las organizaciones políticas en el país. Lo que más abundan son los movimientos cantonales y lo que menos hay son partidos políticos. Expertos creen que el país debería fortalecerlos, ya que estos participarían en las elecciones generales declaradas el viernes pasado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Actualmente, el país cuenta con 262 organizaciones políticas aprobadas por el organismo electoral hasta el 2 de enero de este año, las cuales podrían participar en los comicios del domingo 9 de febrero de 2025. De acuerdo con el calendario electoral, hasta el 14 de mayo las tiendas políticas que participarán deberán presentar ante el CNE la documentación para verificación e inscripción.
Le invitamos a que lea: Cae 'RK', líder de 'Los Tiguerones' en un operativo en Santa Lucía
El Ministerio de Salud denuncia robo de medicamentos en hospital púbico de Guayas
Leer másA criterio de Sofía Merino, asesora de Estrategia y Comunicación Política y coordinadora de la maestría de Comunicación Política de la Universidad Hemisferios, la cantidad de movimientos políticos que actualmente existen no es importante, pero sí la calidad de estos, así como su representatividad.
Y ante la posibilidad de que la ciudadanía ecuatoriana sea convocada a una consulta popular, estas tiendas políticas también deberían tomar una postura. Pero la clase política del país, señala Merino, no cuenta con liderazgos políticos. Esto, por falta de compromisos y de integridad por parte de las agrupaciones y su dirigencia.
Guayas es la provincia que más organizaciones políticas registra en el listado aprobado por el Pleno del CNE. En total, 25 agrupaciones, 22 de las cuales son movimientos cantonales, dos son provinciales y uno es parroquial, en el cantón Daule.
Le sigue Manabí, con 24 tiendas políticas, 15 de ellas cantonales, siete provinciales y dos parroquiales. Luego Pichincha, con 22 agrupaciones: 16 cantonales, tres provinciales y tres parroquiales. Loja está en cuarto lugar, con 21: 15 a nivel cantonal, cuatro a nivel provincial y dos a nivel parroquial.
A diferencia de estas tres últimas provincias, la cabecera cantonal de Guayas no registra ningún movimiento en ella, por lo menos hasta el 2 de enero de este año. Este fenómeno podría deberse, a criterio de Simón Pachano, catedrático, especialista en Ciencia Política e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), a que desde hace mucho tiempo en Guayaquil ha predominado la representación política del Partido Social Cristiano, la cual ha contendido por su bastión con otros, “y estos otros han ido cambiando”. En los últimos años ha sido el correísmo, dice.
El CNE debería exigir que el candidato de una organización milite por lo menos dos años en ella, para que así no la arriende luego.
Aunque, la mayoría de las ciudades de las provincias suelen tener un solo movimiento cantonal (excepto Orellana, que no registra ninguno), 19 registran dos organizaciones cantonales en ellas, como San Miguel de los Bancos (Pichincha); Huamboya (Morona Santiago); Portoviejo, Manta, Chone, Rocafuerte y Montecristi (Manabí); Loja, Catamayo y Calvas (Loja).
Además, diez ciudades registran tres grupos cantonales, entre ellas: Zapotillo (Loja), Urcuquí (Imbabura), El Empalme (Guayas), Salcedo (Cotopaxi) y Santa Isabel (Azuay). También, cinco poseen cuatro agrupaciones cantonales: Salinas (Santa Elena), Playas y Durán (Guayas), y Mejía y Pedro Moncayo (Pichincha). Solo uno tiene seis movimientos: Huaquillas (El Oro).
Ante tal proliferación de movimientos cantonales, el analista político Daniel González se pregunta: ¿De dónde salen tantas firmas? Esto porque la provincia de Loja, de acuerdo con los resultados del último Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos, tiene 485.421 habitantes, lo que la convierte en la novena provincia más poblada. Pero en el CNE es la cuarta con mayor cantidad de grupos políticos.
Pero estos datos podrían aumentar cuando el CNE actualice, a mediados de este año, el listado de los que podrán participar en los próximos comicios generales de 2025, vaticina González. Aun así, para el analista político, el CNE no cuenta con un sistema adecuado que permita depurar y comparar las firmas para establecer la licitud de todo el proceso de registro, por lo que ahora existe una proliferación de este tipo de tiendas políticas.
A Pachano también le llaman la atención los movimientos provinciales (68), porque estos pueden inscribir candidaturas para la Asamblea Nacional, lo que en su opinión no debería ser así porque los asambleístas deben tener un alcance nacional porque tienen dos funciones: legislar para el país y representar a la nación, no a las localidades. Para él, solo los partidos políticos y movimientos nacionales deberían tener esa potestad, porque “allí se juega la política nacional”.
De los 17 grupos nacionales que fueron aprobados hasta enero, dos no estarían participando: movimiento Verde, Ético, Revolucionario y Democrático, y el Partido Sociedad Patriótica. Este último apeló ante el Tribunal Contencioso Electoral.
Para González, muchos de los grupos políticos locales nacen del resentimiento al interior de los partidos nacionales, ya que los requisitos no son tan difíciles como para registrar a un partido político. El objetivo es ser el dueño de una organización, también el candidato en las elecciones y tener un margen de negociación política, explica. Todo esto evidencia que no hay madurez política.
Al CNE no le debe temblar la mano al excluir a una organización cuando no cumpla las reglas, no esperar el momento político.
Esto se da por la falta de democracia interna, explica Merino. Y genera que haya “candidatos de maleta, que entran y salen de los partidos políticos”. De esta forma, las agrupaciones se han convertido en una especie de negocio o ‘hacienda’ de herencia familiar.
Hay ausencia de propuestas y de representatividad en los partidos políticos; lo que más preocupa es la calidad política.
Para contrarrestar esto, estos deberían cumplir con una estructura, una militancia, una vida partidista, democracia interna, contar con cuadros, indica Pachana. De lo contrario, solo serán organizaciones de membretes; o clubes clientelares, sentencia González. Por lo que debería ser obligatorio que cuenten con escuelas de formación.
Para esto, el CNE debe examinar por qué las 262 tiendas políticas se mantienen si no todas cumplen con lo antes mencionado, se interroga la docente.
La mejor información en tus manos, SUSCRÍBETE A EXPRESO.