Videollamada vincula al director del CRS, Héctor Reyna, con el israelí detenido en Santa Elena
Reyna fue detenido por una supuesta asociación ilícita, en una negociación de beneficios en el interior de la cárcel
El director del Centro de Rehabilitación Social de Varones, Héctor Reyna Vivar, permanece aún en la Unidad Judicial de Flagrancia de Guayaquil en espera de una audiencia de formulación de cargos.
De defensor a defendido
Leer másEsto tras su detención la tarde el jueves 1 de octubre, por una supuesta asociación ilícita, en una negociación de beneficios en el interior de la cárcel.
UNA VIDEOLLAMADA COMO EVIDENCIA
A las 09:40, Héctor Reyna fue ingresado a la zona en la que se toman versiones. La tarde del jueves se hizo público un video en el que se observa a Reyna mientras discutiría, a través de una videollamada, con Shy Dahan, el extranjero que fue detenido en Santa Elena junto a Sheinman Oren, quien fue asesinado en agosto pasado.
En la grabación se evidencia una presunta negociación por la seguridad del sobreviviente, por una alta suma de dinero.
Ambos eran indagados por presunto enriquecimiento ilícito. Al momento de la detención se les habría hallado 300.000 dólares, que justificaron. Durante las investigaciones, el fallecido había mencionado a Jacobo Bucaram, hijo del exmandatario Abdalá Bucaram, como la persona que le dio el dinero por la venta de medicina. Él fue detenido en Colombia y extraditado al Ecuador hace una semana.
Jacobo Bucaram será trasladado a la cárcel de Guayaquil
Leer másRetiran a la prensa de Fiscalía
Reyna ha sido ingresado al área transitoria, luego de ser llevado a una toma de versión. Se espera que las diligencias continúen mañana, pues se ha conocido que la fiscal del caso, Lidya Sarabia, de Delincuencia Organizada, habría viajado desde Quito para estar presente en la audiencia. No obstante, las autoridades no se han pronunciado.
Por otro lado, un grupo de periodistas que se encontraba en la zona de espera de la Fiscalía de Flagrancia, que es pública, anexa al cuartel Modelo, fue desalojado por un grupo de uniformados de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO). Los agentes no dieron explicación. Dijeron que solo cumplían disposiciones superiores.