La historia de un padre que intentó salir del crimen, pero las mafias lo encontraron
Según la Policía, la víctima había dejado el mundo delictivo por sus hijos. Sin embargo, alias La Gata, ordenó su asesinato
Un niño de un año y 11 meses miraba con inocencia el cuerpo sin vida de su padre, Héctor Luis Pino Pisco, asesinado dos horas antes en la avenida Limoncocha, cooperativa Assad Bucaram, en la parroquia Pascuales, Guayaquil. Sostenido en brazos por un familiar, el pequeño jugaba con un carrito de plástico rojo, ajeno al dolor que envolvía a su familia. Entre sus balbuceos, repetía con asombro: "Ma, ma, es pa, es pa", sin comprender la tragedia que acababa de cambiar sus vidas para siempre.
Un padre de familia es asesinado desde una mototaxi en la parroquia Pascuales
Leer másHéctor, de 34 años, había decidido alejarse de la vida delictiva para ofrecer un futuro mejor a sus dos hijos, un bebé de casi dos años y una niña de siete, quienes ahora enfrentarán un duro camino tras su violento fallecimiento.
Según las autoridades, el crimen se cometió a manos de sicarios que lo interceptaron mientras compraba pan.
Un intento de redención truncado
Héctor trabajaba en un negocio de madera en la vía a Daule, intentando dejar atrás un pasado oscuro ligado a la extorsión y el crimen. El coronel Edisson Rodríguez, jefe del distrito Pascuales, señaló que los atacantes siguieron a la víctima hasta una panadería, donde le dispararon sin bajar de la mototaxi en la que viajaban. Minutos después, huyeron en un vehículo Suzuki negro.
La Policía logró detener a siete sospechosos, entre ellos tres menores de edad que, según las investigaciones, cambiaban las placas de los vehículos utilizados en los crímenes.
¿Quién habría ordenado su asesinato?
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Leer másLa orden de acabar con la vida de Héctor, según la policía, la habría dado una venezolana de 32 años conocida con el alias de La Gata, quien lideraría la organización criminal Los Tiguerones en esa zona.
La víctima había trabajado para ella como conductor de mototaxis, pero dejó de hacerlo hace un mes para conseguir otro empleo.
“Uno de los detenidos dijo que ella fue quien lo contrató. Todo parece estar vinculado a una red de extorsión en la zona; la víctima también se dedicó a este delito, pero se había reinsertado en la sociedad por el bien de sus hijos. Pensaron que iba a delatarlos”, agregó el coronel Rodríguez.
Héctor había trabajado para ella como conductor de mototaxi, pero tras un mes de dejar ese empleo, fue asesinado por la misma red criminal, aparentemente por temor a que los delatara.
Según las investigaciones, La Gata es propietaria de varias mototaxis que operan en el sector y de la involucrada en el asesinato de Héctor.
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