Espacio. El edificio cuenta con tres pisos llenos de estanterías, sofás y pupitres a los que el público puede acceder.

De icono del poderio financiero, a biblioteca publica de las artes

El antiguo edificio de la Superintendencia de Compañías se inauguró ayer como la primera institución de su tipo en el país. Cuenta con tomos literarios y un archivo.

Durante medio siglo, el enorme edificio del arquitecto Karl Kohn, considerado un ícono del modernismo y construido en 1954, fue el emblema del poderío económico de la ciudad puerto, primero como el Banco de Descuento y luego como la sede de la Superintendencia de Compañías.

Pero ayer, tras un extenso proceso de renovación y uno aún más largo de abandono, el inmueble, ubicado en Pichincha y Aguirre, reabrió sus puertas, esta vez como la Biblioteca de las Artes, la primera institución pública de su tipo en el país.

Agolpados en los balcones de sus tres pisos circulares, estudiantes, docentes y artistas se apresuraron para conseguir puesto y ser parte del acto de apertura, realizado en el primer piso del espacio. La inauguración vino en forma de melodía, con la intervención de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, que interpretó el Himno Nacional.

Luego, todos fueron reconocimientos. Isabel Macías, estudiante de la Universidad de la Artes, entidad que desarrolló el proyecto, ofreció un discurso en el que habló de la importancia del espacio para las nuevas generaciones. La dramaturga y actriz Charo Francés leyó un poema de Jorge Luis Borges, en el que se exaltaba el poder de las bibliotecas. El ministro de Cultura y Patrimonio, Raúl Pérez Torres, reafirmó la intención de la cartera estatal por dedicar el 2019 a reavivar y remodelar estos espacios a nivel nacional.

Los aplausos, no obstante, se los llevó el rector de la UArtes, Ramiro Noriega, quien inició su intervención con una reconocida cita del dramaturgo español Federico García Lorca. “No solo de pan vive el hombre... también del libro”. “Las universidades deben permanecer relevantes, deben vincularse con la comunidad. Esta biblioteca es un espacio para el conocimiento, para el cuestionamiento, pero también genera sitios comunes para la gente de la ciudad”, añadió.

La biblioteca cuenta con 40.000 tomos de libros especializados en artes, novelas , y suficientes estanterías para acomodar 70.000 ejemplares, cifra a la que esperan llegar.

Esta también tiene salas de lectura, computadoras de uso gratuito, un área para la lectura infantil, una galería de arte, una terraza, una cafetería, un auditorio y más. Está abierta de martes a domingo de 09:00 a 21:00 entre semana, y de 09:00 a 18:00 los fines de semana.

Investigación

Dos siglos de noticias y fotografías

La Biblioteca de las Artes cuenta, además de obras artísticas y literarias, con el repositorio de más de 1.500 tomos de diario El Telégrafo. El archivo, ubicado en el primer piso de la institución, tras una gruesa puerta de metal, cuenta con los ejemplares del rotativo desde 1886, así como un archivo de 1,4 millones de fotografías que datan desde la segunda mitad del siglo XX. El rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, indicó que, además de conservar la memoria histórica, el espacio servirá para investigadores e historiadores que quieran utilizar los documentos para llevar a cabo estudios más profundos.