
Las ideas ciudadanas son cruciales ante el planteamiento de reforma constitucional
EXPRESO recepta las propuestas de ciudadanos sobre las urgencias del Ecuador y sus eventuales soluciones
El presidente Daniel Noboa debe escuchar la voz de conglomerados ciudadanos. No solo al seleccionar las temáticas que deberían tratarse en una Asamblea Constituyente, sino al decidir en torno a la validez de llevar a cabo un proceso así.
Las opiniones
En eso coinciden cinco de seis representantes de organizaciones consultados. Por ejemplo, Germán Rodas, quien coordina la Comisión Nacional Anticorrupción. La iniciativa de Diario EXPRESO de invitar a ciudadanos a enviar sus propuestas de reformas, ya sea en el marco de una Constituyente o en la Asamblea Nacional, le parece “valiosa e importante”.
Para él, que se tome en cuenta la opinión de los ciudadanos es fundamental, ya que “son los actores reales de la vida política, económica, social y cultural del país, en momentos en que los partidos políticos lamentablemente no expresan las voluntades de determinados grupos, sino solamente de cúpulas”.
Rodas espera que más que pronunciamientos individuales, sean de grupos sociales, como las centrales sindicales, comités barriales y universidades. “La democracia se construye con la participación ciudadana”.
Sobre el Consejo de la Judicatura
La abogada Annabell Guerrero, de la Red de Mujeres Juristas, remarca que “quienes recibimos el impacto de lo que funciona, por decirlo de alguna manera, en nuestro marco constitucional somos los ciudadanos”. En el ámbito de la justicia, por ejemplo, cree que la población y los abogados en libre ejercicio ven que el Consejo de la Judicatura tiene graves problemas.
“Pasamos Metástasis y ahora tenemos un Consejo de la Judicatura prorrogado y en disputa, que no ha podido poner en práctica el mandato de seleccionar jueces constitucionales. Debemos dialogar sobre la posibilidad de eliminarlo o de retirarle las facultades de control disciplinario, pues incide en decisiones de jueces y juezas”.
¿Hace falta una Constituyente?
Sofía Torres, de Yasunidos, anota que la propuesta de ir a una Constituyente no ha surgido desde un proceso amplio y democrático. No le parece que “un grupo de notables y no ciudadanos sean quienes decidan cuál será el marco constitucional; es un atropello”. Consideran que hay una grave amenaza a los derechos garantizados en la Constitución del 2008 y les preocupa que se produzca un retroceso en cuanto a los derechos de pueblos y nacionalidades.
“Lo importante es evaluar de forma crítica esta necesidad de cambiar la Constitución y escuchar la voz de ciudadanos y de expertos. Lo del 2008 no fue cosa de un partido, se dio paso a demandas históricas. Estuvo la madre de Daniel Noboa entre los constituyentes”.
Marcela Arellano, presidenta de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOSL), comenta que una Constitución es un pacto social, que requiere diálogo con los actores sociales, políticos y la población.
Por eso considera que en un país tan polarizado y sin espacios de diálogo, no hay posibilidades de estructurar un poder constituyente, que no responda solo a los intereses del presidente Daniel Noboa. Específicamente les inquieta que en un proceso así se introduzcan temas como la reducción de derechos laborales, retorno al trabajo por horas, afectación a la libertad sindical, arbitraje internacional y privatizaciones, así como la eliminación de los derechos de la naturaleza.
Rocío Bastidas, coordinadora del Cabildo Cívico de Quito, considera que el Ejecutivo debe encontrar una vía más rápida y menos costosa para hacer reformas. Su grupo sigue el trabajo de la Municipalidad y ve, por ejemplo, que es necesario hacer ajustes a leyes como el Cootad, en torno al uso del suelo y los negocios. Así como en el COIP, por la contaminación de ríos como el Machángara.
A la espera de la agenda del Presidente
Por su parte, Ruth Hidalgo, directora de Participación Ciudadana, pide esperar a la posesión del presidente para su nuevo período y que plantee una agenda con cinco o seis puntos a reformar, para entonces debatir. No le parece adecuado que la población y las organizaciones hagan propuestas con tema libre. Dice que en Montecristi se escuchó a cientos de personas y luego hubo desencanto porque no se tomó en cuenta a todos.
Además, Hidalgo opina que el presidente Noboa no debería arriesgarse a enfrentar otro proceso electoral. “El poder desgasta, la coyuntura que enfrenta es difícil y puede que no le salga bien esa consulta al pueblo, como le pasó a Gabriel Boric”. Ella recomienda acudir a una reforma parcial, para la que se requieren 76 votos, y sobre temas como la eliminación del CPCCS o que existan dos cámaras y no solo una Asamblea.
El dato
El Ejecutivo, así como las dos terceras partes de la Asamblea y el 12 % de inscritos en el registro electoral pueden convocar a una Asamblea Constituyente, según el artículo 444 de la Constitución.
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