La Iglesia pide, "en nombre de Dios", que los violentos abandonen las armas

Un llamado a la paz. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana realizó, en su asamblea N° 153, un llamado por la paz y la justicia, en medio de la crisis de inseguridad y la ola de violencia que vive el país: "Exigimos, en nombre de Dios, a los violentos que abandonen las armas, que no maten a sus hermanos ni los extorsionen. ¡La vida humana es sagrada!".

La Iglesia Católica expresó su solidaridad con las víctimas de la creciente violencia e inseguridad social generada por la crisis política y económica, como también por los desastres naturales: inundaciones, deslaves y sismos.

A este sentir, los Obispos de la Iglesia Católica, reunidos en la 153 Asamblea General del Episcopado Ecuatoriano, solicitaron la creación de políticas públicas "que favorezcan la paz, el diálogo, el estado de derecho, la seguridad pública, la inclusión de todos", solicitó la Conferencia Episcopal, y añadió que "deben evitarse medidas populistas que, en lugar de enfrentar los problemas del país, lleven a una mayor violencia y desintegración".

La Iglesia Católica también hizo un llamado a las autoridades y las fuerzas políticas del país, en beneficio de los ciudadanos: "Pedimos a los líderes sociales y políticos a dejar de lado sus intereses personales e ideológicos y a velar por el trabajo, la salud, la educación y

la seguridad del pueblo ecuatoriano. ¡Es una traición que se legisle, se imparta justicia y se gobierne de espaldas a las grandes aspiraciones de los más pobres!".

La Conferencia Episcopal mostró su apoyo a las iniciativas de paz de las organizaciones civiles, religiosas y académicas, como también de las instituciones estatales. Culmino el mensaje con una cita textual del Papa Francisco:  "Todos estamos en la misma barca: o nos hundimos o nos salvamos juntos"