Información. Rueda de prensa ayer, en la sede de la ESA en Alemania.

Se ignora el destino de sonda en Marte

El módulo europeo de aterrizaje se posó en Marte, pero la maniobra no se desarrolló como estaba previsto y la Agencia Espacial Europea (ESA) dijo que analiza los datos recibidos para comprender lo sucedido.

El módulo europeo de aterrizaje se posó en Marte, pero la maniobra no se desarrolló como estaba previsto y la Agencia Espacial Europea (ESA) dijo que analiza los datos recibidos para comprender lo sucedido.

Fue el segundo intento europeo -tras el fracaso en 2003 del Beagle 2 británico- de posarse en el planeta rojo, hazaña que solo Estados Unidos ha logrado con total éxito.

El aterrizador europeo de prueba, del tamaño de una piscina hinchable, logró enviar informaciones antes de amartizar, pero la ESA ignora si sobrevivió a la maniobra.

Luego de un viaje juntos de siete meses, la sonda TGO y su módulo de aterrizaje de prueba Schiaparelli se habían separado el domingo pasado.

El módulo, con una masa de 577 kg en Tierra, se dirigió hacia Marte, mientras que TGO se colocó en órbita alrededor del planeta.

“No estamos en condiciones de determinar las condiciones dinámicas en las que el aterrizador tocó el suelo” marciano, dijo ayer en rueda de prensa el director de las misiones solares y planetarias de la Agencia Espacial Europea (ESA), Andrea Accomazzo.

Se necesitará un análisis más profundo de las informaciones que envió para “saber si sobrevivió estructuralmente o no”, añadió en el centro de control de Darmstadt (Alemania).

La sonda y Schiaparelli constituyen el primer episodio de ExoMars, ambiciosa misión científica ruso-europea en dos etapas -2016 y 2020- destinada a buscar indicios de una vida actual y pasada en Marte.

Desde su órbita, el TGO (Trace Gas Orbiter) deberá “olfatear” la atmósfera marciana a la búsqueda de rastros de gases como el metano, que podría indicar la presencia de una forma de vida actual en el planeta.

El director general de la ESA, Jan Woerner, saludó el éxito de la puesta en órbita y dijo que TGO “está ahora lista para las actividades científicas (en 2018) y para enviar los datos que necesitamos para la misión en 2020”. “La misión ha sido un éxito y disponemos de las funciones que necesitamos para la misión en 2020”, insistió.

El costo de las dos misiones es de unos 1.300 millones de euros ($ 1.427 millones).

Los norteamericanos dieron un paso decisivo hacia la conquista de Marte en 1976, cuando las dos sondas Viking 1 y Viking 2 lograron aterrizar con éxito en el planeta rojo.

Lanzado en 1996, el módulo norteamericano Mars Pathfinder fue el primero en llevar un pequeño robot móvil a Marte, el Sojourner. Agencias