La imposicion de las armas no es una solucion aceptable
Los poderes públicos no pueden olvidarse de las múltiples y, a menudo, graves motivaciones que impulsan a tantos seres humanos a abandonar su país natal. Casi siempre, su decisión no nace solo de la necesidad de mayores oportunidades, sino debido a una multitud de conflictos culturales, sociales y religiosos, verdaderamente injustos. Ningún ciudadano puede conscientemente avivar o apoyar estructuras y actitudes que dividan a las personas. Idéntica enseñanza debe aplicarse a quienes hacen uso de la barbarie y la apoyan. Aún hoy muchas personas son sometidas a privaciones y brutalidades indescriptibles, realidades contrarias a ese espíritu de paz que alientan los derechos humanos, que son los que en verdad inspiran e impulsan el progreso de la especie. Indudablemente, se requieren líderes con otra visión más incluyente, y también gentes con valor para denunciar cualquier tipo de abusos, generadores de disputas inútiles y de desigualdades absurdas.
Los Estados no han de buscar la seguridad en la acumulación de nuevas armas, pues lo substancial es rebajar el armamento en el planeta, incluido el arsenal atómico y nuclear. La imposición de las armas no es una solución aceptable. Las nuevas generaciones han de poner fin a tantas inútiles luchas, por propia supervivencia de la especie humana.
Víctor Corcoba