Cinco bomberos controlan que las fumarolas no se salgan de control.
Cinco bomberos controlan que las fumarolas no se salgan de control.cortesía

Incendio forestal de Sigchos controlado en un 99 %

Más de 500 hectáreas de mortiño se vieron afectadas por el incendio forestal registrado en el cerro de Quinticusig.

Desde el viernes 20 de septiembre cinco bomberos del Cuerpo de Bomberos de Sigchos son los encargados de monitorear los pequeños focos del incendio forestal registrado en el cerro de Quinticusig que están activos.

Oscar Monge, alcalde de Sigchos, en Cotopaxi, anunció que el incendio forestal que dejó devastación a su paso fue controlado en un 99 % después de casi 15 días de trabajo en la búsqueda de evitar que los daños ecológicos sean mayores. La mayor afectación se registra en la quema de las plantas de mortiño, fruto que es utilizado para la elaboración del vino y para la colada morada.

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Según las primeras evaluaciones la afectación sobrepasará las 1.500 hectáreas de las cuales más de 500 corresponden a cultivos de mortiño. Según la autoridad las pérdidas serían de más de un millón de dólares.

El comandante del Cuerpo de Bomberos de Latacunga, Ángel Baño, anunció el cierre de operaciones en el cantón Sigchos, tras una intensa lucha contra un incendio forestal que afectó la zona durante días. Este esfuerzo conjunto involucró a los bomberos de Guaranda, Santo Domingo, Salcedo, La Maná, Quevedo, entre otros. Quienes llegaron con un equipo especializado para apoyar en las labores de extinción.

Según el comandante, a pesar de que el 99% del incendio está controlado, aún quedan focos de fuego en áreas de difícil acceso. Los troncos quemados y otros materiales combustibles en la zona representan un riesgo continuo, ya que generan pequeñas fumarolas que podrían reavivar las llamas.

El municipio asumió la responsabilidad del monitoreo y control de estas áreas, con el objetivo de garantizar que no se produjeran nuevos brotes. “La situación está bajo control, aunque debemos estar atentos”, afirmó Baño, quien destacó el arduo trabajo realizado por los diferentes cuerpos de bomberos. Durante varios días, los cuerpos de bomberos estuvieron en constante actividad, enfrentando condiciones adversas para sofocar el fuego que amenazaba la flora y fauna local.

Las labores de extinción no solo incluyeron la lucha contra el fuego, sino también la coordinación con diversas instituciones y la movilización de recursos humanos y materiales.

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La situación se tornó crítica en los primeros días del incendio, cuando las llamas se extendieron rápidamente debido a las condiciones climáticas y la vegetación seca. Sin embargo, la intervención oportuna de los bomberos permitió contener la emergencia y reducir los daños. A medida que la tarde avanzaba, las labores de limpieza y evaluación de daños comenzaron, con la esperanza de contar con un informe general sobre la afectación en los próximos días.

“Sin el esfuerzo de cada uno, no hubiésemos logrado controlar esta emergencia”, concluyó, dejando claro que la cooperación y el trabajo en equipo son fundamentales en situaciones de crisis. La comunidad de Sigchos podía, al menos, respirar un poco más tranquila, mientras las llamas se apagaban y la naturaleza comenzaba a sanar.

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