Indígenas buscan una alternativa para la formación superior en ciencias duras
Un centenar de profesionales impulsa el Instituto Kichwa de Ciencia, Tecnología y Humanidades (KISTH). Sería una opción a la Universidad Amawtay Wasi
Nació como una idea ante el bajo número de indígenas que acceden a la educación superior, y se volvió un proyecto tras el arribo de la pandemia de COVID-19, que obligó a la educación a pasar a modalidad no presencial y evidenció la falta de conectividad en las comunidades rurales. Así explica Jéssica Morales el origen del Instituto Kichwa de Ciencia, Tecnología y Humanidades (KISTH, por sus siglas en inglés), de la que es cofundadora y CEO o directora.
Indígena perteneciente a la comunidad kichwa Cotacachi, ella es ingeniera en Sistemas Informáticos y de Computación por la Escuela Politécnica Nacional (EPN) y especialista en Ciberseguridad Industrial por la Universidad de La Rioja.
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Leer másComo parte del trámite, el KISTH es ya una fundación académica, reconocida por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Sus actividades son similares a las de un centro de educación continua: organiza cursos en español, kichwa e inglés; foros de orientación y divulgación científica con sus profesionales o con invitados; proyectos de vinculación que promueven el interés de los jóvenes por las ciencias y plantean soluciones a problemas locales; y traduce al kichwa artículos científicos.
Según Morales, se financian con donaciones del tipo ‘crowfunding’, pero prevén que más adelante deberán cobrar “un valor representativo” para que el proyecto sea sostenible. Aunque está dirigido a pueblos indígenas, no es excluyente. En su visión, esperan en 2025 estar constituidos como institución de educación superior.
Sería la segunda, pues ya existe la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi. ¿Cuál sería la diferencia? “Queremos presentar una alternativa donde las personas puedan desarrollarse en las ciencias duras, tecnología e innovación”, explica Morales.
Otros profesionales indígenas vinculados con el KISTH, como el otavaleño Felipe Males, máster en Economía Aplicada por la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur, consideran que Amawtay Wasi responde más a la visión de la dirigencia política indígena que a la de la educación como base de la transformación social.
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Leer másEste Diario buscó la versión de la institución al respecto y su opinión sobre el proyecto del KISTH. Pero no hubo respuesta en los números de teléfono que constan en su portal web ni al correo dirigido a la dirección allí proporcionada.
Según el citado portal, esa universidad tiene las carreras de Derecho con enfoque en pluralismo jurídico y derechos humanos, Lengua y Cultura, Agroecología y Soberanía Alimentaria, además de Gestión en Desarrollo Infantil Familiar Comunitario. En 2021 tuvo 95 estudiantes; de ellos, solo 23 indígenas, indica el informe de rendición de cuentas.
Morales, sin embargo, es más diplomática al referirse a la Universidad Amawtay Wasi: “Hemos tenido un acercamiento inicial. Es posible que más adelante podamos trabajar con ellos”, dice.