Uno de los integrantes de la familia Congacha utiliza el antiguo sistema para la elaboración de nuevos enseres para el hogar.

Indigenas crean nuevos tejidos con el ‘coco poncho’

Un antiguo método utilizado en los pueblos. El avance de la tecnología textil ha perjudicado las ventas de las prendas artesanales.

Plasmar su cultura, no abandonar la tradición familiar y buscar innovación en su oficio, fueron los objetivos que llevaron a Franklin Congacha a mostrar al mundo nuevas artesanías, con base a la sabiduría del “coco poncho”, icono cultural de su pueblo, cuna de los reyes Puruhaes, los Duchicelas. Se trata de Cacha, una parroquia rural indígena ubicada a 8 kilómetros de Riobamba, y que ofrece varios lugares donde realizar turismo comunitario.

El “coco poncho” es una denominación para la prenda que sólo se utiliza en la región de Cacha. La familia Congacha Gualán reside en esta comunidad donde Pedro, el patriarca, es conocido por sus tejidos en telar de cintura desde hace 57 años. “Es herencia de mis abuelos, es un trabajo muy duro, que nos enseñaron nuestros taytas y mamas. En nuestros diseños ponemos toda la sabiduría que nos han dejado los antepasados, por eso es un orgullo ser tejedor”, asevera el hombre.

Cuando contrajo matrimonio con María, la venta de sus tejidos les permitió educar a sus seis hijos; aunque con el avance de las tecnologías y la migración, las prendas comenzaron a ser más difíciles de ser comercializadas, pero esto no minó su esfuerzo por ver a sus hijos profesionales. Hace un año aproximadamente, cuando su hijo Franklin se graduó en la especialidad de Artes del diseño e imagen, decidió pasar la posta.

“En una reunión de la familia me dijo: ya estoy cansado, me siento un poco enfermo, mira qué puedes hacer con el trabajo de toda la vida, pero eso sí, no quiero que se pierda”, rememora Franklin, que aplicó sus conocimientos, tomó la base del tejido del coco poncho y comenzó a tejer con una tela base, con la que ofrece nuevos productos. “Quería hacer algo más que la vestimenta tradicional, la cual no hemos dejado de producir. Pero ahora presentamos otros productos como almohadas, cojines, caminos de mesa, manteles, bolsos, tapetes e individuales, donde todos llevan nuestra chakana, que es el símbolo que encierra toda nuestra cosmovisión andina”, manifiesta.

Emprendimiento familiar

Diez personas de la familia conforman el emprendimiento: cinco hermanos, sus padres y dos cuñados. “Todos ayudan de diferente forma, pero tratamos de salir adelante. Mis hermanas tejen con gran facilidad las fajas; con mi experiencia en diseño plasmamos nuestros saberes y ofrecemos fajas personalizadas” indica.

Los jóvenes emplean cuatro telares en los que primero urden la lana para posteriormente tejer la tela respetando el método del coco poncho.

Interpretar las prendas

En el mundo andino todo tiene un significado y está interrelacionado; por ejemplo, en los ponchos se tejen 28 chakanas, que están ligadas al calendario lunar. Cada chakana está dividida en ocho partes, hay un puente cósmico en el medio que divide los tiempos femeninos y masculinos, y que marca el calendario agrícola con las cuatro raymis (fiestas andinas). Además, las delgadas franjas de colores representan el arcoíris donde cada color se relaciona con la Pachamama: el verde representa los apus y las montañas; el blanco tiene varios significados pero también simboliza las nubes y la neblina; el azul es el cielo.

Una vez elaborada la tela, la emplean en sus nuevos diseños. ”Para nosotros es muy claro que nuestros antepasados llevaban el tiempo perfecto, la chakana es la contenedora de nuestra sabiduría ancestral y el que esté presente en nuestros productos hace valorizar nuestro legado cultural”, afirma Congacha.