La inexacta ciencia de recolectar firmas
El sistema de verificación del CNE, bajo la lupa. Se propone implementar datos biométricos.
El CNE anuncia cambios en su sistema informático para las presidenciales de 2021
Leer másUna historia que se repite con frecuencia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) dio al Comité por la Institucionalización Democrática hasta el 29 de febrero de 2020 para que complete las firmas para una reforma parcial a la Constitución que permita eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).
El mes pasado, este grupo entregó 226.186 firmas para respaldar su propuesta, pero la noche del martes el CNE informó que más del 50 % fueron desechadas, quedando 106.301 válidas. Para continuar con el trámite se necesitan 132.620 apoyos. Nuevamente la recolección de firmas está en tela de duda.
La historia del país con este mecanismo de participación ciudadana se remonta a 2012. Ese año, centenas de ecuatorianos denunciaban que se había falsificado su firma y aparecían como adherentes de partidos políticos.
En 2014, el CNE presidido por Domingo Paredes descartó miles firmas del colectivo Yasunidos que plantea la no explotación petrolera en Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT). Hubo acusaciones de que se repitieron respaldos en varios formularios, pero eso no fue posible constatar porque el Consejo Electoral de la época nunca devolvió los documentos a los proponentes.
En junio, la Contraloría determinó que cuatro organizaciones políticas no debieron ser inscritas en el Registro Permanente. El motivo: el órgano de control encontró que el sistema de verificación que usa el CNE presenta fallas que le impiden detectar números de cédulas duplicados que acompañaban a las firmas.
La recolección de firmas es compleja, pero es el mecanismo que ahora tenemos .
Con todos estos antecedentes ¿es conveniente mantener a las firmas como requisito para empujar propuestas de la ciudadanía? Pablo Dávila, coordinador del Comité, considera que sí, porque el problema no está en las firmas, sino en el contingente humano y tecnológico que usa el CNE actualmente. El activista señala que más del 80 % de los formularios que presentaron pasó todos los filtros, excepto el último en el que ya intervenía la subjetividad de los verificadores.
El exintegrante del CNE, Fausto Camacho, también sostiene que las firmas deben mantenerse como requisito porque además es lo que está establecido en la Constitución. “En las reformas al Código de la Democracia lo que se debió hacer es incluir un requisito biométrico que acompañe a la firma. Ese puede ser la huella digital y con eso se terminan todas las dudas y sospechas sobre las firmas”, señaló el exfuncionario que además ve falta de voluntad política para mejorar los sistemas informáticos en el CNE.
Cambios en el sistema informático
El Consejo Nacional Electoral (CNE) firmó este miércoles 11 de diciembre un convenio con el Centro de Asesoría y Promoción Electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos para iniciar los cambios en el sistema informático de la entidad.
Según la presidenta del CNE, Diana Atamaint, estas reformas estarían listas para las elecciones presidenciales de 2021. Para eso, se seguirán algunos pasos con la asistencia internacional.