Infantes, el otro reto migratorio
La regularización está atada a la mejora de atención. Acceso a la educación, un dato que preocupa
Se ha convertido en un reto dentro del reto. En Quito se inauguró ayer la Cumbre del Foro Global sobre Migración y Desarrollo en un momento en el que el país continúa recibiendo emigrantes venezolanos que huyen de la crisis económica, política y social de su país. ¿Cómo atender adecuadamente a los niños, niñas y adolescentes migrantes? Es una de las grandes disyuntivas de este cónclave.
Los países intentan dar algunas respuestas. La delegación diplomática ecuatoriana participó ayer en el conversatorio denominado ‘Respuesta del Ecuador a la crisis migratoria venezolana’. El embajador, Carlos Velástegui, señaló que dentro del proceso de regularización que emprendió el Gobierno desde septiembre pasado, se han tomado varias medidas para facilitar el registro de los menores de edad.
Para eso se han firmado varios protocolos. Uno de esos permite que los infantes puedan acceder a la Visa Humanitaria presentando únicamente el certificado de nacimiento con su respectivo apostillamiento. ¿Qué se busca con esto? Romper algunos indicadores negativos que va dejando la migración en los países de acogida.
Un estudio de Unicef reveló que en Ecuador hay unos 88.300 niños, niñas y adolescentes en edad escolar, pero más de la mitad (54.000) no están acudiendo a clases ni a ningún tipo de educación formal. El Estado ecuatoriano no tiene certeza de esa cifra, pero la semana pasada el canciller, José Valencia, señaló que el Ministerio de Educación sí registra a más de 20 mil menores de edad venezolanos estudiando en escuelas públicas del país.
“Ese es uno de los propósitos de la Visa Humanitaria, de la regularización, saber cuántas personas venezolanas están aquí, la composición de su familia, si hay niños que están en su edad escolar. Eso mejorará los niveles de atención con los que les podemos atender”, dijo Valencia.
La falta de escolarización podría estar atada a otra problemática que va dejando la migración: la callejización de niños, niñas y adolescentes. En julio pasado, la entonces ministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero, advirtió a los extranjeros que “no se puede tener a los niños, a los bebés, en las calles expuestos, hasta altas horas de la noche”, a propósito del crecimiento de la mendicidad.
Pese a la advertencia, en las calles de Quito, Guayaquil y otras ciudades del país todavía se ve a los infantes acompañando a sus padres, o solos, mientras intentan conseguir un medio para subsistir.
El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) se ha hecho cargo del acogimiento de cerca de una media de casi 35 niños, de varios países, mensualmente, durante 2019, que han sido víctimas de situaciones complicadas como abandono, negligencia, abuso sexual, entre otras.
Una cifra todavía menor si se toma en cuenta el flujo y las condiciones migratorias que enfrenta el país.
Recursos
En 2018, Ecuador considera haber destinado más de $ 90 millones en atención a los migrantes venezolanos: $ 60 millones para salud integral; $ 10 millones en educación.
Visado
El embajador Velástegui informó ayer que hasta el momento se han entregado unas 15 mil visas humanitarias a ciudadanos venezolanos.
Datos. El Banco Mundial emitirá un informe más detallado sobre lo que cada país de la región ha destinado por la crisis migratoria
