Niños trabajando en las calles
Una niña esquiva los autos del tráfico mientras intenta comercializar fundas de basura.CHRISTIAN VASCONEZ

El trabajo infantil arroja facturas negativas

Inclusión instala mesas técnicas para tratar este y otros temas, pero el Cabildo es ausente. Los niños normalizan el riesgo diario

Una realidad que desnutre el desarrollo socioeconómico del país. El trabajo infantil en Ecuador se proyectó hasta diciembre pasado en 7%, según la encuesta de Empleo y Desempleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). En Guayaquil, esta cifra se traduce en alrededor de 300 mil niños y niñas de entre 5 a 14 años de edad en las calles, comercializando algún tipo de producto para costear las necesidades básicas en casa, sin importar la hora, el lugar y los riesgos. En este año, la entidad registró un aumento de un punto porcentual en la proyección de julio; un 8,1%.

“Trabajo aquí con mis tres hermanos y mis papás para comprar comida, pagar las cosas de la casa y tener para los buses para ir a la escuela. Porque usted me ve aquí en la noche, pero en la mañana estudio contabilidad. Mis hermanos también estudian, pero ellos están en la escuela”, responde Samuel, de 12 años, al preguntarle qué hacía él y sus hermanos de 7, 9 y 15 años por una de las calles más transitadas del norte de Guayaquil un miércoles por la noche.

Estadística260 mil niños de entre 5 a 14 años de edad trabajaban, según la proyección del INEC de 2021.
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Esta problemática es la realidad de Samuel y otros ocho niños con los que este Diario conversó durante la cobertura de este reportaje. Contaron sus vivencias, entre las más frecuentes el maltrato y la inseguridad: “Antes se veía más niños por aquí, pero unos se fueron a vender a una mejor calle y otros andan en malos pasos. Porque aquí se ve de todo, gente buena y gente mala. Unos nos tratan mal porque piensan que somos ladrones, y otros sí nos compran o nos regalan cualquier cosa. Igual no nos importa porque aquí entre todos nos cuidamos”, dice Lucy, de 8 años, quien tras ser desmentida por su hermano Ikel, de 6, contó con recelo que “hace mucho tiempo no voy a la escuela porque no hay dinero”.

Esta realidad que atañe a Ikel, Samuel, Lucy, y más niños, “podría pasarle al Estado ecuatoriano una factura cuantiosa en unos años” si no se trata de manera integral y a tiempo, diagnostica Alejandra Almeida, experta en política pública y coordinadora nacional de Protección e Incidencia de la organización World Vision.

Según un estudio realizado por el organismo, sobre la protección de la niñez y adolescencia contra la violencia en el país, el trabajo infantil no solo vulnera sus derechos humanos, también entorpece su desarrollo y produce daños físicos y psicológicos para toda la vida.

El trabajo infantil debe ser una política de Estado y no una moneda comunicacional

Oswaldo Moreno, consultor y analista político

A decir de Almeida, la problemática se ha exacerbado a raíz de la pandemia. Recomienda que hay que tratarla pronto y de manera integral. De no ser así, “esto traerá consecuencias a nivel de desarrollo para el país, porque se estaría perpetuando un círculo de violencia y pobreza. Esto causará un crecimiento económico y desarrollo social lento, y desencadenará en otras problemáticas, como inseguridad, violencia y desigualdad. Terminará agravando un problema que el Estado tendrá que resolver”.

Para el analista y consultor político Oswaldo Moreno, el trabajo infantil debe ser una política de Estado y no una “moneda comunicacional”. De no ser así, añade que “esto causaría aún más problemas de carácter social, porque si hoy vivimos una crisis de violencia extrema y desigualdad, en unos años esto empeorará. Es el resultado de un Estado ausente”.

Moreno considera que la solución está en redireccionar los fondos públicos que se destinan para resolver la problemática, que se suma a otras, como la desnutrición infantil, la precariedad de la educación pública y el poco acceso a la salud.

Esteban Bernal, ministro de Inclusión Económica y Social, contó el pasado 28 de julio a EXPRESO que para analizar el incremento de niños y niñas en situación de calle, que se deriva, entre otros factores, de “la mala práctica política de los últimos dos gobiernos”, se han conformado mesas técnicas a las que han asistido otras instituciones públicas, pero que no ha contado, en las últimas tres, con la participación del Municipio de Guayaquil, “porque tienen actividades relacionadas a su competencia, pero no articuladas con la mesa técnica”.

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EXPRESO consultó al Municipio de Guayaquil sobre su participación en dichas mesas técnicas y sobre las declaraciones vertidas por el ministro de Inclusión, pero hasta el cierre de esta edición el equipo de comunicación del Cabildo no remitió alguna respuesta.

Según los datos del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), la problemática se atiende de manera progresiva a través del programa Erradicación de Trabajo Infantil. Con el que “se busca recomponer, en el plazo de 18 meses, los derechos de los niños y niñas que se encuentran en situación de calle o trabajo infantil”. Hasta ahora, el programa lo integran alrededor de 11.450 beneficiados. De los cuales, 1.704 han culminado el proceso de desvinculación al trabajo infantil.

CAUSAS

  • Según un estudio de World Vision, una de las causas principales de este problema es la violencia intrafamiliar que empuja a los niños, como también la pobreza extrema.

EFECTOS

  • Expertos diagnostican que la problemática le pasará facturas cuantiosas al desarrollo social y económico del país. Como también dejará una huella física y psicológica en estos niños.

SOLUCIÓN

  • Que sea tratada como una política de Estado, a la que se destinen los recursos necesarios para erradicarla de manera integral e inmediata, recomiendan expertos en política pública.