El infierno del Darién tiene tres peligrosas rutas para el cruce de los migrantes
Las huellas del Darién | Más de 183.000 personas han cruzado la zona en lo que va del año, pese a sus peligros. EXPRESO llegó a la zona
Sufrimiento, migrantes, dolor, violación sexual, robos y hasta muerte son algunas de las palabras que se han asociado durante los últimos años con la selva del Darién. De hecho, es muy fácil poner “selva del Darién” en internet y encontrarse con decenas de vídeos que relatan las complicadas odiseas que viven miles de personas al atravesar esta zona.
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Leer másDarién es una provincia selvática y muy pantanosa, ubicada en el oeste de Panamá junto a la frontera con Colombia. Se ha vuelto, para muchos migrantes, de tránsito para llegar por tierra en busca del sueño americano. Atravesar su selva ya es uno de los desafíos más complicados, en el que cientos de viajeros han perdido la vida al intentarlo.
La selva del Darién también es conocida como ‘Tapón’ por su inhóspita geografía que interrumpe la ruta Panamericana, la carretera más larga del mundo de más de 30.000 kilómetros de extensión, que conecta a casi todos los países del continente americano, pero se corta en esa zona.
Sin embargo y pese a los anunciados peligros, desde el 2009 hasta la actualidad hay un incremento del número de migrantes que han atravesado esta selva en una desesperada búsqueda por abandonar los países de Sudamérica, la mayoría con el sueño de llegar hasta los Estados Unidos de América.
Según cifras oficiales, durante los últimos 14 años han sido más de 679.000 personas que han atravesado el Darién de manera irregular, siendo Ecuador una de las naciones que más migrantes aportan a esta cifra.
“Realmente era algo que buscábamos hacer porque es nuestra única manera de huir del Ecuador y llegar hasta Estados Unidos. No tenemos visa ni pasaporte y esperar hasta obtener las citas es más de un año y no podemos soportar más viviendo en nuestro país”, comentaba Alberto Monar, un padre de familia guayaquileño que decidió migrar con su esposa e hijo debido a lo que considera “la peor situación del país”, sumada a la inseguridad y las extorsiones de las que fue víctima.
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Leer másUn equipo periodístico de Diario EXPRESO viajó desde Guayaquil hasta Panamá y se introdujo en el corazón de la selva del Darién para conocer esta región que se ha convertido en una zona de terror para los viajeros, así como para observar de cerca cómo los migrantes, principalmente los ecuatorianos, viajan por esta ruta. Una aventura que a decir de los mismos migrantes “no es recomendable para nadie”, pero para muchos se convierte en su última y única opción de vida.
Durante los días que estuvo EXPRESO en la selva panameña y en sus alrededores pudo ser testigo de las dificultades que sufren los migrantes. El clima bordea los 32 y 37 grados centígrados, sin embargo, la sensación térmica con facilidad supera los 40 grados. Da la impresión de que el impacto del sol es más fuerte que en otras regiones debido a la espesa selva y lo húmedo de la zona.
En el recorrido por las trochas, nombre que reciben los caminos selváticos, es muy común ver a personas descalzas con sus pies completamente destruidos o mujeres echadas en la tierra, que parecieran estar muertas, pero solo están tomando un descanso para continuar con la travesía. Al mismo tiempo que los migrantes continuaban su ruta se podían oír sus conversaciones en las que hablan de los muertos que vieron a lo largo de los varios días del trayecto, mientras otros pareciera que simplemente caminan por inercia, mirando a la nada con un rostro de resignación y sufrimiento.
“Ni así me paguen un millón de dólares vuelvo a atravesar la selva del Darién. Esta experiencia no se la recomiendo ni a mi peor enemigo, es horrible, no podría describirlo con palabras”, decía Miguel Jaraba, un migrante venezolano que luego de cinco días de sufrimiento lograba salir de la ruta.
En el sitio, según relatan los mismos aventureros, es muy común ver toda clase de animales. Desde culebras, monos, pumas, jaguares, cocodrilos, hasta insectos desconocidos que con sus picaduras podrían culminar con el sueño de atravesar la jungla. Todo esto vuelve mucho más peligrosa la ruta, sin embargo y pese a todos los peligros existentes en lo que va del año más de 183.000 personas han atravesado la selva poniendo su vida en riesgo.
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Leer másPero los animales salvajes es solo uno de los obstáculos que deberán saltar los que estén dispuestos a seguir con el “desafío de sobrevivientes”. En el camino, los viajeros relatan que fueron testigos de otra clase de problemas, que recuerdan entre lágrimas.
“Las bandas criminales te roban, a algunas mujeres las violan, otros son secuestrados, otras personas asesinadas y algunas arrastradas por la corriente. Dentro de la selva también hay mafias que controlan todo adentro”, comentaba José Galeano, un venezolano que logró liberarse de todos los peligros, pero se quedó sin sus documentos y pertenencias debido a los robos que sufrió, mientras viajaba con su esposa e hija de dos años.
El Darién es una zona muy peligrosa, de hecho, las mismas autoridades panameñas reconocen que estas rutas están llenas de bandas criminales y comunidades indígenas, quienes se convierten en la principal amenaza para los migrantes, además de estafar a las personas que buscan salir de ella.
“Se venden como guías y te dicen que atravesar el Darién es fácil y que es una ruta buena y segura; prometen muchas cosas falsas, pero no es nada de eso. La gente debe entender que el Darién no es una ruta para migrar, no vengan por esta vía”, dijo Samira Gozaine, directora de Migración de Panamá, añadiendo que en el Darién, además, ha crecido el tráfico de droga, robos, delitos contra el medio ambiente, tráfico de personas, tráfico de armas, entre otros crímenes.
EXPRESO tuvo acceso por medio de una fuente cercana al equipo de operaciones de rescate de migrantes a tres de las rutas que ofrecen las bandas criminales para que las personas puedan atravesar la selva desde Colombia hasta Panamá. Todas ellas tienen distintas ‘estaciones’ que llevan el nombre de las comunidades indígenas que habitan en el sitio o elementos que representan el sector.
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Leer másPara poder atravesar el ‘Tapón’ hay distintas trochas, todas ellas finalizan en uno de los dos Centros de Recepción Migratoria en ciudad de Metetí (provincia de Darién). Sin embargo, las rutas se diferencian por el tiempo de duración y por el costo que se paga por ser guiados en cada uno de los caminos.
Por ejemplo, una de las más transitadas por los migrantes es la que empieza en el poblado de Necoclí, un puerto en Colombia, pasa por las comunidades indígenas de Capurganá y Cañas Blancas, luego atraviesa las zonas denominadas La Cruz y Come Gallina, hasta llegar a Bajo Chiquito y finaliza en Lajas Blancas, donde está ubicado el Centro de Recepción Migratoria, en el que se encuentran albergues del Gobierno de Panamá y de la ONU para brindar ayuda humanitaria a los migrantes. Según la fuente de EXPRESO, esta ruta podría tomar de tres a cinco días, caminando al menos 12 horas diarias.
Este Diario conversó con decenas de migrantes que recientemente habían atravesado la ruta. “Tomamos cuatro días porque estábamos con dos niños. Fue horrible porque el clima es muy húmedo y puedes escuchar a los animales salvajes muy cerca de ti”, comentaba Dariana Vásquez, una venezolana que caminaba de la mano con su esposo y dos menores. “No hay puntos de comida ni nada de eso que dicen. Cada persona debe llevar su propia alimentación y sus elementos para dormir, en el camino solo ves selva, río e indígenas que son peligrosos”, detallaba Vásquez, mientras acariciaba la frente de su pequeña hija de solo tres años de edad.
Los que toman esta ruta, luego de llegar hasta la zona de Come Gallinas, deberán tomar una piragua (embarcación) que los dirija hasta el refugio de Lajas Blancas. El viaje es de 7 horas aproximadamente y el costo es de $ 20 por persona (no está incluido en valor inicial). La navegación se la realiza por el río Chucunaque, uno de los más extensos y caudalosos de todo Panamá, donde es muy común observar enormes árboles arrancados de raíz por la fuerza de la creciente del agua. De hecho, durante la estadía del equipo periodístico de EXPRESO en la zona, se conoció que cerca de diez migrantes fueron hallados ahogados a orillas del río.
Otra de las trochas transitadas para las personas de menos recursos es la que arranca en Necoclí en Colombia y atraviesa las comunidades indígenas de Caledonia, Guna Yala, Bandera, Tres bocas, Canaan de Membrillo finaliza en el refugio San Vicente, ya en Panamá. Según pudo conocer EXPRESO, esta es una de las rutas más extensas que se podrían atravesar en un tiempo aproximado de seis a ocho días, debido a los largos trayectos en la selva tropical que se deben cruzar, sin embargo, hay personas que pueden tomarse más de diez días por falta de dinero o robos.
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Leer más“Hay montañas muy altas y da la impresión que si das un paso en falso te caes y mueres instantáneamente. Es muy peligroso todo lo que se debe pasar”, comentó una migrante colombiana que prefirió no dar su nombre por miedo a las represalias, pero añadió que hay zonas llenas de lodo que se vuelven fangosas y casi imposibles de pasar. “Terminamos todos enlodados y más adelante muchas personas tenían que ser rescatadas por otros migrantes porque se estaban ahogando. Vi varios muertos en el camino, de solo contarlo y recordarlo me dan ganas de llorar”, añadió.
Al sitio también llegaban unos migrantes haitianos, quienes con la mirada perdida y con señas demostraban que estaban exhaustos luego de siete días de caminata por las trochas. “Caminar, caminar y más caminar. Necesitamos comida y descansar por favor”, decía uno de los caribeños en idioma francés.
Por otra parte, la fuente reveló a EXPRESO que hay otra zona que es mayormente transitada por personas de origen asiático, que arranca en Necoclí, llega hasta Caledonia, pasa por Canaan Membrillo y luego llega hasta el refugio de San Vicente en Metetí. Esta ruta costaría entre $ 900 y $ 1.000, pero confiesan que es poco utilizada por su alto costo.
Por otra parte, las autoridades panameñas reconocen que ha aumentado la lucha contra el tráfico de drogas, sin embargo, ahora anuncian que la trata de personas es una modalidad que también gana espacio. “Se ha vuelto más fácil trasladar a una persona o hasta una familia que un kilo de droga; además se ha conocido que hasta da más dinero”, dijo a EXPRESO el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino, mientras que Samira Gozaine añadió que pese a las altas sumas de dinero que se cobran por trasladar personas, muchas veces quienes pagan son estafados y no son transportados por el camino prometido.
Atravesar el Darién no significa el fin de la travesía, realmente apenas es el comienzo del trayecto centroamericano. Los que logran vencer la selva deberán tomar un bus que cobra $ 40 para llegar a la provincia de Chiriquí en Panamá en un viaje de al menos doce horas. Desde ahí cruzarán la frontera con Costa Rica y posteriormente por Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, donde muchos son asesinados por los mismos ‘coyoteros’ o deportados a sus países de origen. Finalmente, solo los que superan todo eso llegarán a Estados Unidos, el destino anhelado.