Informe resalta el rol de las redes sociales durante el terremoto en Ecuador
Twitter, Skype y Facebook, entre otras redes sociales y plataformas digitales, desempeñaron un papel clave en la gestión de la información tras el terremoto que azotó en abril a Ecuador, una circunstancia en la que la rapidez y la precisión en la trans
Twitter, Skype y Facebook, entre otras redes sociales y plataformas digitales, desempeñaron un papel clave en la gestión de la información tras el terremoto que azotó en abril a Ecuador, una circunstancia en la que la rapidez y la precisión en la transmisión de los datos era decisiva ante la emergencia.
El informe “Terremoto en Ecuador. La importancia de la información en catástrofes”, de la firma Llorente y Cuenca, revela que tras el movimiento telúrico del 16 de abril, instrumentos como Twitter y Skype “demostraron su utilidad” al posibilitar la difusión de información “en pocos minutos” sobre lo que ocurría, incluyendo la transmisión de fotos y vídeos.
Twitter sirvió a los ciudadanos para difundir fotos de familiares desaparecidos, organizar campañas de solidaridad y activar tendencias que se fueron consolidando con el paso de los días “y que generaron millones de impresiones”, señala el estudio, elaborado por Alejandra Rivas, directora de Llorente y Cuenca en Ecuador y Luis Serrano, director del área Crisis de la compañía.
Tras la catástrofe de Ecuador, que dejó más de 660 muertos y cerca de 80.000 damnificados, según el Gobierno, “fue una vía ideal para no saturar las comunicaciones”, señala el estudio al destacar que las líneas fijas y las ADSL aguantaron mejor la avalancha de comunicación.
El poco ancho de banda que consume Twitter es una de las ventajas de esta plataforma, que sirvió como “un muro de los lamentos social donde pedir ayuda”, algo para lo que también demostró su utilidad Facebook, según el trabajo, que cita el rescate de una ciudadana y sus hijas ocho horas después de que el esposo de la primera pidiera auxilio por ese medio.
Pedir la asistencia de personal de ayuda, difundir teléfonos de asistencia psicológica, informar de daños en infraestructuras y formular solicitudes a las autoridades fueron otros de los usos dados a las redes sociales en el contexto de la tragedia que sacudió la costa norte del país andino.
El informe menciona también a Skype, la plataforma de conversación y chat en tiempo real, como “medio ideal para decir que estamos a salvo”, además de herramientas como “Google Crisis Response”; “Twitter Alerts”; “Family Links”, de Cruz Roja y el buscador de desaparecidos de esa organización humanitaria.
Además, cita la herramienta “Safety Check” de Facebook, que permite informar a los contactos de la red social de que alguien está a salvo.
Los expertos indican que en este tipo de emergencias “las empresas tecnológicas suelen ser de las primeras que se vuelcan en la ayuda, una solidaridad que debería impregnar” la acción de Responsabilidad Social Corporativa del empresariado de la zona afectada para “devolver a la sociedad” parte de lo que esta le entrega “con su licencia para operar en el mercado”.
Las empresas, señalan los expertos, deberían alinearse con las políticas públicas de protección civil, ayudar a difundir mensajes de ayuda y solidaridad e implicar en ello a sus empleados y poner a disposición de las administraciones sus activos digitales.
Otras acciones de las compañías deberían ser articular canales internos de comunicación y estrategias de ayuda a su personal, apoyar en acciones de recuperación del orden social y mostrar que la solidaridad y los valores son parte de su filosofía empresarial.
El trabajo formula también recomendaciones generales ante este tipo de emergencias, entre ellas recabar ayuda en los lugares establecidos para ello; no saturar las comunicaciones con llamadas de voz, videoconferencias, vídeos o fotos; comunicarse por SMS, Twitter o Facebook, si es posible, e informarse por la radio y no compartir información falsa en las redes sociales.
En cuanto a las autoridades, aconsejan que estas difundan rápidamente teléfonos de información, coloquen carteles o distribuyan folletos con información básica para “garantizar el suministro constante de datos que ofrezcan certidumbres”.
EFE