Infoxicación digital, un mal que aqueja al elector

Infoxicacion digital, un mal que aqueja al elector

Algoritmo de Facebook. Filtra las noticias en virtud de intereses, por lo que el usuario recibe contenido cercano a sus puntos de vista, lo que lo predispone a asumirlos como ciertos.

Ver para creer”, es una premisa que aplican muchos a rajatabla, pero que se les olvida cuando están frente a WhatsApp, Facebook o Twitter... A pocos días de las votaciones, el elector sufre una infoxicación que podría influir de manera negativa en su decisión.

Cientos de audios, cadenas, tuits, tendencias, fotos, noticias, vídeos, perfiles y mensajes falsos circulan a diario en las redes sociales y herramientas de mensajería instantánea con el fin de distorsionar la verdad y lograr diferentes propósitos en plena época electoral.

Que Borja está decepcionado de ver cómo la Izquierda apoya a Lasso, que el papa Francisco pide no votar por un presidente rico, que Correa se fuga antes de tiempo a Bélgica, que las Fuerzas Armadas piden apoyo al pueblo para tomarse las calles, que Antonio Valencia apoya a la Revolución Ciudadana y, que una “fuente confiable” informa que hay que abastecerse de víveres antes de las nuevas elecciones porque se aproxima el caos... Son solo cinco de los bulos más compartidos en las dos últimas semanas.

No cabe duda que detrás de la creación de estas “noticias” hay un interés de desestabilización, por ejemplo. ¿El problema? El consumidor común no filtra la información, la asume como verdad y la comparte con cientos de contactos sin verificar ningún dato.

María del Pilar Jarrín, máster en Comunicación Corporativa y Planificación Estratégica, con un Diplomado en Consultoría Política, recomienda que “si queremos ser activistas a favor de candidato, hay que ser responsables con lo que creemos y posteriormente difundimos. La acción que tenemos como individuos influye a la comunidad que nos sigue”.

Con ella coincide Christian Espinosa, quien tiene 15 años capacitando en Contenidos Online y Gestión de Redes Sociales. “Los usuarios deben desarrollar nuevas formas de filtrar la data. Antes era el periodista el único que tenía que tener estas habilidades, ahora todas las personas que usan redes se han convertido en un medio y deben administrarlo con la misma responsabilidad”, añade.

Además de las noticias falsas, los ‘trends topics’ son otro problema. Estas tendencias (temas de o hashtags populares en Twitter) que a diario nos intentan poner en el ‘top of mind’ (el primero en mente) a uno u otro candidato, ya no representan a una mayoría. #LassoPresidente o #LeninEsTrabajo, por ejemplo, pueden alcanzar los primeros lugares con ayuda de bots, trolls y hasta promociones pagadas.

Es así como el elector vive dentro de una burbuja. “Piensa que todo el mundo está a favor de su candidato y en contra del otro, y no se dan cuenta de que son realidades parciales... Además sigue solo a gente que responde a sus intereses ideológicos y bloquea a los que no, creando su mundo imaginario de información”, dice Espinosa.

“Las redes sociales son las nuevas armas de destrucción masiva”, ya lo dijo un periodista estadounidense, entonces más le vale usarlas con responsabilidad. Más aún a pocos días de elegir a un nuevo Gobierno.

Las mentiras: Las elecciones presidenciales de EE. UU., revelaron por primera vez el papel crucial de los ‘fake news’ o noticias falsas y, las agencias de Inteligencia las incluyeron en su lista de peligros. Hillary Clinton culpó a Rusia de diseñar la campaña.

Los Trolls: Los trolls en política podrían definirse como los delincuentes de la era cibernética. Anónimos o con nombres falsos, insultan, difaman y distorsionan intencionalmente toda posibilidad de un debate serio. En ocasiones, son fanáticos; en otras, pagados.

Las tendencias: Las tendencias en las redes sociales que responden a temas políticos, en su mayoría son manipuladas. Las plataformas cobran por posicionarlas y además existen bots (básicamente máquinas que “tuitean”) que ayudan a levantarlas.