El ingreso de personas a hospitales de Colorado por ingerir marihuana en alimentos se triplica
Investigadores analizaron medio millón de ingresos a salas de emergencia en el hospital de la Universidad de Colorado, en Aurora, de 2012 a 2016.
Las visitas a servicios de emergencia causadas por la marihuana en un hospital de Colorado, el primer estado de Estados Unidos que legalizó completamente la droga, se triplicaron en pocos años, según un estudio que advierte sobre los peligros de ingerir alimentos que contienen cannabis.
La experiencia de Colorado con el cannabis, autorizado para uso recreativo en 2014, es la más antigua de Estados Unidos, lo que hace que el estudio publicado en Annals of Internal Medicine sea particularmente interesante.
El uso terapéutico de la marihuana es legal en 34 de los 50 estados de Estados Unidos y el recreativo, en 10.
Los investigadores analizaron medio millón de ingresos a salas de emergencia en el hospital de la Universidad de Colorado, en Aurora, de 2012 a 2016, de los cuales aproximadamente 2.500 se atribuyeron al menos de forma parcial al consumo de marihuana.
El número de visitas debido a la marihuana se incrementó año a año, pasando de menos de 250 en 2012 a más de 750 en 2016.
Más del 90 % de estas consultas de emergencia se debieron a la inhalación y el resto fue por ingerir productos comestibles, galletas, dulces o alguno de los innumerables alimentos que contienen THC (tetrahidrocannabinol), la principal sustancia psicotrópica de la planta.
El hecho en sí de la triplicación de las visitas no sorprendió a Andrew Monte, profesor de medicina de emergencia y autor principal del estudio.
“Siempre que hay un nuevo medicamento en una comunidad, hay más visitas a las salas de emergencia relacionadas con él”, dijo Monte a AFP, como sucede por ejemplo con los medicamentos para la presión arterial.
En cambio, le sorprende que la proporción de visitas causadas por la ingesta de marihuana fuera mucho mayor que su “participación de mercado”.
En Colorado, la marihuana comestible representa solo el 0,3% del THC vendido, en comparación con el 10% de los ingresos en salas de emergencia.
“Hay un comportamiento ingenuo respecto al cannabis comestible”, dijo Monte. “El fenómeno comestible es conocido por los médicos de emergencia desde hace mucho tiempo, pero no existían datos hasta nuestro estudio”.
“Desafortunadamente, los efectos del cannabis comestible son mucho menos predecibles y más largos”, agrega. “La gente no espera que esto les provoque ansiedad o psicosis”.
Si la marihuana se fuma, actúa en menos de diez minutos, alcanza un pico en la concentración en la sangre entre los 30 y 90 minutos y se disipa en cuatro horas. Al ingerirse, el pico tarda tres horas y el THC permanece en el cuerpo hasta 12 horas después.
Esta lentitud puede llevar a los consumidores neófitos a comer demasiado y demasiado de prisa, esperando sentir rápidamente el efecto pero consiguiendo en cambio producir una intoxicación y, en algunas ocasiones, síntomas psiquiátricos agudos.