Una iniciativa de control de la Arcsa pone en guardia a los restaurantes

La iniciativa es presentada por la autoridad como una forma de garantizar el cuidado sanitario en la preparación de los alimentos en los restaurantes y cafeterías: pero estos la ven como un requisito inoportuno y adicional a los múltiples permisos que deben cumplir para poder funcionar.

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ha implementado desde este mes una ‘Tarjeta de Calificación Sanitaria’ para los establecimientos de alimentación colectiva o de elaboración de alimentos preparados. Esta tendrá una validez de un año a partir de la obtención.

Según explica la entidad adscrita al Ministerio de Salud, los restaurantes y cafeterías deberán publicar la calificación obtenida en la fachada, en un lugar de fácil visibilidad, como indicador de seguridad y responsabilidad hacia sus clientes.

La Calificación Sanitaria ‘A’ será la máxima que se otorgue. “Certifica que los colaboradores del establecimiento han recibido el curso sobre ‘Prácticas correctas de higiene y manipulación de alimentos’ y, por lo tanto, cumple con todas las normas higiénicas para comercializar alimentos con confianza y seguridad”, indica la Arcsa.

Los restaurantes que hayan obtenido una calificación inferior (en proceso) pueden solicitar una reinspección, subsanar las observaciones emitidas por el equipo técnico y así acceder a la recalificación.

“Este sello de calidad es una garantía para el cliente local o extranjero, y por lo tanto el principal indicador de un lugar que vale la pena visitar”, dijo la directora ejecutiva de la Arcsa, Ana Karina Ramírez, durante la presentación de la tarjeta.

A la consulta de este Diario sobre si la obtención de la tarjeta es obligatoria u opcional, la entidad respondió que en la fase inicial será optativa, “pero no se descarta que más adelante sea obligatoria, como en otros países”.

La tarjeta y sus rangos. 

• Calificación A. Máxima calificación: Rango de cumplimiento de 90-100 puntos.
• Calificación B. Calificación media: Rango de cumplimiento de 80-89,9 puntos.
• Calificación en proceso. Implica que la evaluación arrojó un puntaje menor o igual a 59,9 puntos.

La iniciativa, sin embargo, halla reparos en el gremio. Unos, cuestionando la capacidad de la Arcsa para establecer calificaciones y rangos. Otros, señalando que esto se contrapone al ofrecimiento de campaña electoral del presidente Guillermo Lasso, de eliminar los excesivos trámites y permisos.

“En este caso nosotros ya tenemos tasas de habilitación, patente comercial, permisos del Ministerio de Turismo, de la Intendencia de Policía, de los Bomberos, en fin, tantas cosas que otro papel nos parece que no es procedente, más aún en las circunstancias en que estamos”, dice el representante de la Asociación de Restaurantes del Guayas, Andrés Aspiazu.

Alude a que el gremio se dice uno de los más afectados por las restricciones de aforo y horario establecidos por las autoridades nacionales y locales en los dos años de la pandemia.

Aspiazu reconoce que muchos restaurantes tuvieron esa inspección el año pasado como parte de un programa piloto de la Arcsa, pero asegura que nunca llegaron a todos.

“El deber de la Arcsa es exclusivamente controlar la inocuidad y buenas prácticas en el manejo de alimentos; ellos no pueden certificar nada”, expresa Diego Vivero, dirigente de la Asociación de Restaurantes de Pichincha y también director ejecutivo de la Confederación de Restaurantes del Ecuador.

“Consideramos que si la intención es controlar la informalidad campante, es una buena opción; pero si, como suele ser, es para asediar a los formales, como muchas de estas acciones en diferentes entidades, lo lamentamos, pues tenemos ya suficientes regulaciones con qué bregar el día a día, incluyendo ahora el aforo”, acota.

El dirigente agrega que, en el caso de quienes están regidos por el Ministerio de Turismo, solo tienen la obligación de presentar ese registro.