La inseguridad empuja a Quito al nuevo estado de excepción

El cuarto estado de excepción focalizado del presidente Daniel Noboa esta vez incluyó a Quito. Junto a Camilo Ponce Enríquez, en Azuay, la capital es el segundo caso de un cantón aislado de su provincia en el que se instaura esta medida por razones de seguridad. De acuerdo con el documento, emitido ayer, en Guayaquil, el mandatario tomó esta decisión “por grave conmoción interna y conflicto armado interno”.

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¿Por qué está Quito en el estado de excepción? El decreto señala que los asesinatos pasaron de 31 entre el 8 de enero al 27 de septiembre de 2023 a 33 en el mismo periodo de 2024. Los sicariatos subieron de 1 a 3 en los mismos periodos. Pero entre el 1 y el 27 de septiembre, los asesinatos pasaron de 1 en 2023 a 9 en 2024, una variación del 800 %. 

Según el documento, la actividad de criminalidad ha “aumentado la capacidad operativa, estratégica y táctica de los grupos armados organizados, utilizando todo tipo de medios y recursos ilegales para sus cometidos cada vez mayores” y, por ello, se necesitan medidas extraordinarias para precautelar la seguridad, prevenir nuevos atentados y restablecer el orden público.

Ayer, el ministro de Gobierno, Arturo Félix Wong, señaló que antes de elecciones tratan de desestabilizar el país. “No vamos a permitir que, so pretexto de temas electorales, quieran calentarnos las calles. Que como ya no lo pueden hacer en las cárceles, ahora lo hacen en las calles”. Agregó que se incluyó a Quito porque es la capital y se va a tener que cuidar a la ciudad. En ese contexto, mencionó los incendios forestales.

El decreto, sin embargo, no menciona casos particulares de violencia en la capital. Menciona únicamente un atentado armado, sin precisar cuál, a diferencia de Guayas, en el que cita el asesinato de la directora del Centro de Privación de Libertad de Guayas, Daniela Icaza.

¿Qué dicen los expertos sobre la inseguridad en Quito?

Para el periodista especializado en crimen organizado Arturo Torres, si se quiere algún éxito con el estado de excepción, este debería tener bases técnicas para que no se extienda demasiado, debe ser muy puntual y tener objetivos claros. Además, debería generar una política complementaria.

Por otro lado, señala que la decisión de incorporar a Quito podría surgir de la presencia de Los Lobos en barrios populosos del sur, como El Recreo, “que lentamente han entrado en la órbita de esa organización que es la que más crecimiento ha tenido a nivel nacional. Eso ha pasado invisibilizado por la Policía, que no entiende bien cómo Los Lobos han ido tomando ciertas zonas”. Según Torres, por un lado ellos extorsionan pero por otro dan seguridad en sitios donde la Policía no aparece y se ha creado “una especie de gobernanza criminal en el sur de Quito, sobre todo”.

Por su parte, la catedrática María Fernanda Noboa, experta en Seguridad, señala que esta decisión también puede analizarse según la coyuntura, pues el país está a puertas de una campaña electoral y cualquier movimiento que se haga se conoce como “de carácter kinético simbólico, porque es un movimiento llamativo”. 

Incluir a Quito en el estado de excepción podría justificarse por la extensión de los cortes de luz, por las amenazas de pandillas en el norte y en sur, como los ñetas y latin kings, por ejemplo y de atomización de bandas criminales o de recrudecimiento de acciones delictuales, pues en el último tiempo se ha visto una exacerbación de peleas por corredores de microtráfico, señala. “Pero para dictar una medida de excepción debería haberse recibido una amenaza potencial eminente” y eso no está claro.

Para Torres, es un efecto globo, por las operaciones localizadas para mermar a las bandas en Manta o en Guayas, lo que hace que sus miembros busquen refugio en otras zonas como Quito, con debilidades para contener la violencia. “Es un fenómeno que atraviesa a todo el país y a Quito también, porque hay barrios que tienen hasta 500.000 personas y los niveles de pobreza son muy altos. Ese factor puede estar gravitando en cómo esas organizaciones entraron”.

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