La inseguridad encierra a los habitantes de La Roldós

La tienda de Blanca Usiña, ubicada en La Roldós, norte de Quito, está bien resguardada desde hace un par de meses. Aún así, han logrado llevársele algunos de sus productos. “También han intentado estafarnos con billetes falsos, pero como ya sabemos mejor se han ido”, contó.

Hace un par de semanas un familiar que la visitó se salvó que le desmantelen su automóvil, pues alcanzaron a ver por la ventana a los sospechosos forcejeando con las puertas. “Ya tenían listo para llevarse también el cerebro del carro”, dijo.

Todo esto en cuestión de minutos. Esa noche la familia no durmió por vigilar el vehículo.

Ella atiende solo a través de un hueco en medio de la reja que colocó. Pero no es la única que aprendió a estar alerta en la zona. Miguel Vásquez, también vecino, comentó que los pillos incluso se han metido a una iglesia a robar los cerebros de los vehículos estacionados. “A los transeúntes les van arranchando sus pertenencias y se esconden en el bosque”, relató.

Además, pasar a pie por esa parte de la calle Rumiurco es considerado arriesgado, pues existen también personas que se suben a los buses para robar celulares y carteras. “Se bajan de las unidades con lo robado y si usted está por ahí también le van robando”, agregó.

Para los vecinos, el mal estado de la vía contribuye a aumentar el peligro de ser asaltado, pues los conductores se ven obligados a ir más despacio para no golpearse en los baches. “Nos ofrecieron repavimentar la calle Rumiurco, pero hasta ahora nada”, reclamó.

La capitán Karen Rueda, jefa del circuito de policía La Roldós, reconoció que esta es una zona conflictiva, aunque aclaró que no se ha registrado aumento del índice delincuencial. En los primeros meses de este año lo que sí evidenciaron fue que aumentaron los robos de motos y a ciudadanos en motos. “Hicimos una estrategia enfocada a esto y ha funcionado porque estos delitos disminuyeron”, comentó la oficial.

Los robos a tiendas y casas se han registrado, pero en menor cantidad, según la autoridad. Enfatizó que han tenido que hacer un trabajo de concienciación con los moradores para que tengan precaución los automotores. “A veces los dejan en la calle a pesar de tener garajes”, insistió.

Los moradores explicaron que si bien hay patrullajes no es suficiente. “Cuando se llama no llegan pronto”, dijo Blanca Usiña. En este sentido, Carrera explicó que los gendarmes deben incluso atender problemas de tránsito lo que reduce la operatividad. “No es nuestra competencia, pero nos llaman a nosotros”, agregó.

El detalle

Delitos. Según las autoridades policiales, en el Distrito aumentaron los delitos de robo de vehículos y de motos en varios sectores de la ciudad.

Delincuencia

Habitantes viven con temores

La Roldós los vecinos tienen miedo. Aunque, según la policía, en ese circuito lo que más se registra, son casos de violencia intrafamiliar, riñas y escándalos por consumo de alcohol, y tenencia de armas blancas.