Instantáneas coronavíricas: Megadiversidad para uso chino
La flota china de pesca depreda la riqueza marina ecuatoriana en el borde del mar territorial. Una empresa minera vierte 40 toneladas de lodo tóxico directamente sobre un río.
Un país en el traspatio del traspatio
Paulo Proaño pasó de la Unidad Nacional de Almacenamiento (empresa pública “líder en comercialización de productos agropecuarios y distribución de fertilizantes e insumos”) al Ministerio del Ambiente. Su predecesor, Juan DeHowitt, había durado un mes en el cargo antes de que el presidente Lenín Moreno lo moviera a la Secretaría de Inteligencia, destino que da perfecta cuenta de sus verdaderas competencias. Si acaso. En suma: que el Ministerio del Ambiente se ha convertido, como dijo alguien en un tuit, en “parqueadero de reciclables”. Por eso, cuando surge una emergencia ambiental, como la que protagoniza en estos días la depredadora flota china de pesca, toca contratar refuerzos (Yolanda Kakabadse, Roque Sevilla) para que digan lo que se debe hacer.
El equipo creado por el gobierno para proteger Galápagos ya tiene una hoja de ruta
Leer másSin ellos, Proaño ha sido incapaz de dar (en sentido real y figurado) un palo al agua. El otro día ofreció una rueda de prensa junto con el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, donde su presencia fue absolutamente prescindible. Dijo Jarrín que la flota china no había violado el mar territorial y Proaño repitió lo mismo, como si las líneas imaginarias que tiramos los humanos sobre los mapas, y que tanto preocupan a los soldados, determinaran el comportamiento de los tiburones. La reserva marina de Galápagos, dijo sacando pechito, “es custodiada por la dirección del Parque Nacional”. Podemos dormir tranquilos: la matanza ocurre en la vereda del frente. Y eso es cuanto ha dicho el ministro sobre esta crisis.
En cuanto a la Cancillería, en lugar de protestar tuitea alabanzas a los agresores y busca resquicios legales para no chistar: en la flota hay barcos de Liberia y Panamá, dijo el canciller Luis Gallegos este martes: “no todos son chinos”. Como si no supiera que las banderas de registro son lo de menos cuando se trata de una flota que opera, en todos los aspectos, según los códigos de la piratería. Mientras tanto, hay ecuatorianos lucrando de la depredación. Concretamente, los dueños del barco María del Carmen 4 que, según identificó la Armada, provee de combustible a los piratas.
Arsénico para el día del manglar
El domingo pasado fue el “Día Mundial de los Manglares” y el Ministerio del Ambiente la pasó bomba. Fueron catorce mensajes compartidos en redes sociales, con catorce piezas gráficas distintas, cada una con su propio texto de lo más pundonoroso (“pundonoriento, dice un antiguo ecuatorianismo que expresa mucho mejor la fealdad intrínseca del gesto) sobre la importancia de cuidar este ecosistema. Todo un equipo de comunicadores a cargo de esta propaganda tiene el ministerio, costeado con dinero público, pero ni uno solo que le informe al país sobre el estado de los manglares de la provincia de El Oro que recibieron, a principios de este mes, una andanada de 40 toneladas de lodo tóxico proveniente de una mina en la provincia del Azuay. ¿Qué ocurrió con ellos?
Instantáneas coronavíricas: Unos llegan, otros no quieren irse
Leer másHa sido una cuarentena pródiga en desastres ecológicos. La flota china en el océano Pacífico. El oleoducto roto en la Amazonía. Y en noticias que a nadie le importan, el colapso de la relavera construida al buen tuntún por la minera Austrogold en las estribaciones de la Sierra hacia la Costa. Arsénico, mercurio, cadmio y otros venenos se vertieron directamente al río Tenguel y fueron a parar a los felices manglares que este domingo festejaron su día clásico. Austrogold, una empresa que exporta minerales a la China (caramba, qué coincidencia) no ha dicho esta boca es mía.
El caso es que la relavera de Austrogold, situada a 300 metros sobre el nivel del mar, es la nada en camiseta comparada con la relavera que piensa construir Ia canadiense INV Metals en pleno páramo, a 3 metros de altura, en Loma Larga, un ecosistema que abastece de agua a tres provincias. Una capacidad de almacenamiento de 6 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos tendrá la relavera de INV, justo en el origen de los ríos Irquis, que riega el cantón Girón, y Yanuncay, que atraviesa el corazón de la ciudad de Cuenca y se dirige hacia la Amazonía pasando por la central hidroeléctrica de Paute. Es lo que este gobierno (y el anterior, y seguramente el próximo) llama “minería responsable”, y que, a despecho del colapso de la relavera de Austrogold, se reactivó fuertemente durante esta cuarentena.