La integración, en debate en el contexto de pandemia
Una iniciativa ambiental pone en discusión la nueva relación con el COVID-19. La voluntad política y social entran en juego en el camino a una nueva convivencia
Sacarle brillo. La integración regional se ve representada en muchos nombres y siglas (OEA, Prosur, Celac, Unasur y otras), pero es un concepto que falta pulir para que acciones locales en varios aspectos pasen fronteras. En América Latina, las primeras reacciones gubernamentales como producto de la pandemia por el coronavirus dejaron de lado esa integración regional, y los países pasaron a adoptar medidas (como el cierre de fronteras) para resguardar, como puede sonar lógico, a los suyos sin ver el contexto regional.
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Leer másAhora, con más calma, surge una iniciativa regional de un grupo de expertos en medioambiente que busca colocar el tema sobre la mesa de discusión e incentivar lo que llaman un “renacimiento sostenible” de América Latina. Redactó y publicó, el pasado 27 de mayo, lo que tituló como ‘Principios para un futuro sostenible de América Latina, en tiempo de pandemia y crisis planetaria’.
Pero ¿cómo esperar una reacción regional si en medio de una crisis el accionar es individual?
Jorge Caillaux, uno de los promotores de la iniciativa y presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental y del Sistema B - Perú, cree que ese es un fenómeno no solo de América Latina, sino global. Teme que la reacción del Gobierno no solo en pandemia, sino en desastres naturales, sea la de “sálvese quien pueda”. “Por eso nuestra propuesta es ver estas conexiones porque si hay causas sistémicas que generan los fenómenos (como la conexión humano - medioambiente que generó la pandemia), las respuestas también tienen que ser sistémicas.”.
La idea es que exista una voz desde América Latina que llame la atención de ciertos elementos que deben considerarse a través de políticas públicas y comportamientos privados de una manera integral.
Yolanda Kakabadse, también promotora del documento y expresidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), cree que esa reacción un tanto aislada de los gobiernos fue una respuesta a una amenaza de salubridad, y que la reacción durante y posterior a los días críticos fue de coordinación.
Los principios, avalados por los expresidentes Ricardo Lagos, de Chile; y Felipe Calderón, de México, así como exministros de Ambiente, miembros del sector privado, de la academia y de la sociedad civil, buscan alzar la voz sobre la implicación medioambiental del coronavirus y la necesidad de un cambio integral de la sociedad en su conjunto.
Para la también expresidenta de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, este cambio, más que de voluntad política y decisión gubernamental, está en manos de los ciudadanos. “Quienes somos parte de organizaciones sociales, civiles, el sector privado y cada uno tiene la obligación de pensar al interno qué es lo que va a cambiar”.
Los gobiernos tienen la obligación de trazar la cancha, pero las acciones están en manos de los ciudadanos de organizaciones sociales, civiles y el sector privado.
Ramiro Fernández, también parte del grupo promotor y director de Cambio Climático para América Latina de la Fundación Avina, considera que la pandemia reafirma el rol de los Estados de proveer bienestar a las sociedad y asegurar estándares mínimos de salud y bienestar, y que en algunos casos no se está cumpliendo ese rol.
Por ello, el documento, comenta Fernández pone énfasis en cuatro elementos críticos: reconocer el origen ambiental de la pandemia; la vulnerabilidad y cómo profundiza las inequidades; cómo los Estados cuando asumen un estado de emergencia pueden tomar decisiones rápidas para generar cambios; y cómo generar criterios para una recuperación económica que incorpore estos parámetros ambientales y sociales.
América Latina es la región más preservada del planeta. Esta preservación es la que le da un potencial para generar un modelo de crecimiento distinto al que estamos teniendo hoy.
El impulso político no deja de ser importante cuando se trata de promover cambios en la sociedad. Colar un tema que no es prioridad para un Gobierno dentro de su discurso es una tarea complicada. El Gobierno ecuatoriano, por ejemplo, ha fijado cuatro ejes para su último año de gestión:_salud, empleo, alimentación y dolarización. No está el medioambiente en la lista.
Ideas para cuidar el planeta
Leer másCaillaux considera una manera de colar el tema: “Una de las formas es conectando bienestar económico con bienestar ambiental. Decir cómo “es negocio” invertir en bienestar ambiental. Cómo eso genera menos costos al Estado y ciudadanos. No hay otra forma de persuadir en un lenguaje actual”.