Ivan Ontaneda: “Soy cafetero del alma”
La primera impresión que recibo de Iván Ontaneda, ministro de la Producción, Comercio Exterior y Pesca, es la abundante vitalidad que posee.
La primera impresión que recibo de Iván Ontaneda, ministro de la Producción, Comercio Exterior y Pesca, es la abundante vitalidad que posee. Y segundo, su personalidad. Es de aquellas personas que descartan la frase ¨No se puede¨. Un emprendedor a tiempo completo, decidido y arriesgado.
“Soy un hombre inquieto, siempre lo he sido. Tuve un padre rígido, y solo para que tengas una idea, aunque soy zurdo escribo con la derecha. Gracias a él, a los cinco años ya sabía leer, escribir, sumar y multiplicar. Mi padre Kléber Ontaneda me motivó y enseñó desde niño, con su estilo, a veces duro, pero también amoroso, a conquistar mis primeros desafíos: fui escolta en la escuela y abanderado en el colegio y siempre estuvo junto a mí, con su cara llena de orgullo”.
Un padre sabio que lo amaba, por eso desde pequeño le enseñó que en la vida todo lo que se proponga es posible y que las limitaciones solo están en la mente. Y así como desarrolló la habilidad de escribir con la mano derecha y jugar fútbol con la pierna izquierda, también ha sido diestro en los negocios, ahora es empresario cafetero y cacaotero.
El negocio cafetero lo heredó de su progenitor, quien junto a su hermano Marco Ontaneda manejaban las empresas dedicadas a este rubro. Y a las que Iván se involucró desde muy joven. Su visionario papá lo puso a trabajar sin ningún tipo de preferencias. Empezó cargando sacos de café, desde abajo, y luego en todos los niveles. Así aprendió cómo se desarrolla esta actividad, a enamorarse del producto y a tener contacto natural con la gente.
Iván ha tenido el honor de ser parte de los gremios más importantes del país. Fue presidente de la Organización Internacional del Cacao (ICCO) en Londres del 2015-2017. Recuerda que cuando estuvo allí, evocó con orgullo la memoria de su padre, de su tío y abuelo... “Por dos segundos miré al cielo y dije, aquí estoy, cumplí. Entonces, hice mi transición al cacao, por eso cuando me presento, digo soy Iván Ontaneda ‘Moccachino’ y al preguntar por qué, les digo que llevo café, cacao y chocolate en el corazón”.
El ministro no niega sus raíces, pero dice que, a pesar de ser dos productos primos hermanos, sucumbe ante lo que pasa en el sector cafetalero en el país. Por eso se autoproclama ‘cafetero del alma’. Entonces, evoca aquellos recuerdos de su infancia cuando jugaba sobre rumas de café y todo su ser se impregnaba de ese aroma que lo hacía y hace muy, pero muy feliz.
-Hijo de padres maduros (Kéber y Lolita) y usted, padre y esposo joven
-Me casé a los 21 años muy enamorado con Viviana Berrú. Tenemos 30 años de casados y puede sonar cliché, pero mi familia y mi esposa han contribuido en mi formación para sostenerme, han sido fundamentales en mi vida.
-¿Dice ‘fundamental’ porque usted es difícil?
-Tengo un carácter complejo, muy difícil e impulsivo. Muchas veces alegre, juguetón, me tomo la vida de manera sencilla a pesar de que los problemas son complejos. Soy un hombre recursivo, frente a un problema soy capaz de ver cuatro o cinco soluciones a la vez, con dosis de optimismo.
-Tiene los ojos cafés tan propio de las generaciones de cafeteros que conozco así como el tesón por trabajar, y si bien hoy se desempeña como ministro, ¿es cierto que empezó a trabajar a los nueve años?
-Sí. Recuerdo cuando con mi papá fuimos a Muñoz&Hermanos, donde vendían las revistas de cómics. Me encantaba leerlas. Las compraba para alquilarlas fuera de mi casa, a 0,20 o 0,50 centavos, a los niños que jugaban pelota en la calle. Te confieso que Batman era mi superhéroe favorito, me gustaba más que Superman, porque Batman era más humano, más cercano, me gustaban sus máscaras y el misterio que esconde detrás de ellas...
-Se considera exitoso, pero no desconoce sus caídas, ante las cuales se levanta sin darse tiempo para pensar. En cada paso hay una lección, dice.
-Todo tiene su tiempo, y mi padre me enseñó a trabajar desde abajo. Lo único mío era mi personalidad. El ser atrevido y arriesgado genera confianza en mí y en la gente con quien me conecto con facilidad y naturalidad. Eso les enseño a mis hijos.
-¿Cómo define a sus hijos?
-Iván Fernando (28) que es mi clon, es un corazón de león; José Martín (25), el segundo, consistente y terco; y Nicolás (19), mi conchito, es la mezcla de los dos, brillante, con un corazón que tú no te imaginas, es mi compañía y mi última motivación. Vivi, mi esposa, es mi vida entera, simplemente no la concibo sin ella.
-¿De su recorrido profesional qué rescata con mayor sabiduría?
-El hecho de ser autocrítico, a mí no me gusta echar culpas a terceros. Cuando acepto algo y siendo el número uno en ello, me comprometo a un liderazgo que contagie a los demás a asumir sus propias responsabilidades.
-¿Algún camino que no alcanzó a tomar o lo ha tomado todo?
Todo lo que quise lo tomé y lo peleé. No hay reto que yo diga ‘no puedo’, creo tener la capacidad y si no la tengo, sé rodearme de quien la tiene.
Personal
- Iván Ontaneda Berrú
- Ministro de la Producción, Comercio Exterior y Pesca
- Edad: 51
- Casado con Viviana Berrú
- Hijos: Iván Fernando (28), José Martín (25) y Nicolás (19).