Jacobo Bucaram dice sentirse "orgulloso" de estar en prisión
El pronunciamiento llegó a través de una carta desde la cárcel de la Latacunga. En ella se declara inocente y se autocalifica como una "brillante presencia de Dios"
Desde la cárcel de Latacunga, Jacobo Bucaram Pulley, más conocido como Jacobito, hijo del expresidente Abdalá Bucaram Ortiz, se inspiró y escribió una carta dirigida a los ecuatorianos, a sus hijos, a sus seres amados, a la prensa nacional y a la clase política, según específica.
“Me siento más orgulloso que nunca de ser un Bucaram”. Es una de las frases que se leen en el escrito.
CARTA DE MI HIJO JACOBITO pic.twitter.com/7IqsTzRkmj
— Abdala Bucaram Ortiz (@abdalabucaram) October 7, 2020
Los convenios de pago entran también en el caso Bucaram
Leer másJacobito cumple prisión preventiva en el Centro de Rehabilitación de Cotopaxi, por el delito de delincuencia organizada desde el 26 de septiembre pasado. Delito por el que además están procesados su padre, dos hermanos y su cuñada.
La carta, que ya es tendencia en Twitter, fue publicado por Abdalá. En ella, el mayor de los Bucaram Pulley dice que está feliz y orgulloso del encierro, porque con eso, menciona, “sigue el mismo curso la historia de la persecución a su familia” de la que dice ser “la más honorable y luchadora de Ecuador”.
Dice también que ahora le ha tocado a él, porque siguió los pasos de su tío 'Don Buca', de su tío político Jaime Roldós Aguilera (expresidente de Ecuador), y de su padre, Abdalá, a quien califica como el líder más grande de los pobres que ha tenido el país.
Pese a las pruebas, testimonios que guarda la Fiscalía para darle prisión preventiva, Jacobito, insiste en la carta que es inocente 100 % y llama a dar un grito de protesta ante el Gobierno. Pide que lo hagan por sus hijos, especialmente por el menor.
Asimismo, da un espacio para hablar de su deseo de "amar" a la ministra de Gobierno, María Paula Romo. “Lamento mucho su odio visceral hacia mi familia, pero quiero decirle que deseo amarla, quiero quererla. Ayúdame a quererte”, destaca. Y como si fuera poco, termina su escrito autocalificándose como la brillante presencia de Dios sin imperfecciones.