“La Judicatura debe ser elegida por judiciales”
Roberto Gómez Mera fue fiscal general y presidente de la última Corte Suprema de Justicia (2008-2010). Su criterio es que hay que cambiar la Constitución para corregir la Judicatura y la Corte Nacional.
Todos han identificado el problema de la justicia ecuatoriana, su falta de independencia real y servilismo al poder de turno, pero más allá surgen dudas sobre qué hacer y cómo solucionar el problema.
¿Cuáles deben ser las reformas para que la justicia ecuatoriana levante la cabeza?
Primero quiero identificar el problema. Yo creo que la degradación comenzó con la Constitución del 2008 impuesta por el correísmo y chavismo, y redactada por abogados españoles que trabajaban para el partido comunista Podemos. Como integrantes de la Corte Suprema expusimos nuestros puntos de vista y no fueron tomados en cuenta. Pero entendimos que esa Constitución buscaba blindar al Poder Ejecutivo dentro de la justicia.
El 5, el número de la suerte que jugó para la Judicatura
Leer más¿Cuáles son esas formas de control de la justicia?
El Consejo de Participación Ciudadana, que es controlado por el Ejecutivo, es el que nombra al Consejo de la Judicatura. Las ternas para integrar la Judicatura no salen solo del Poder Judicial, como debería ser, sino también del Ejecutivo y Legislativo.
¿Qué cambios son los más urgentes en la justicia?
En la consulta popular que ha anunciado el Gobierno se debe preguntar al pueblo si está de acuerdo con volver al modelo de conformación de la Corte Suprema, el que se usó durante 188 años de vida republicana. Hay que convertir a la Corte Nacional en Corte Suprema como el máximo organismo de justicia. Este modelo le permite a la Corte Suprema autodepurarse, nombrar nuevos jueces y sancionarlos. Cuando fui presidente de la Corte Suprema éramos 31 ministros, que ganamos en un concurso, pero si había que destituir lo hacíamos. El pleno de mi época examinó la conducta de cinco magistrados y los sacamos. Eso impide que el Poder Legislativo o Ejecutivo estén metidos en la justicia.
La crítica a ese modelo fue que los jueces vigilaban a los jueces y también se tapaban...
Para evitar eso hay que establecer que los jueces deben observar los precedentes jurisprudenciales en todos sus fallos. Sería aplicar el derecho anglosajón porque ahora, cuando hay juicio importante, la pregunta es: ¿quién conoce al juez? Se averigua si el juez es susceptible de venderse, pero con los precedentes el juez está obligado a fallar en la misma línea con la que se ha resuelto un problema similar en las décadas pasadas.
Si no es la Judicatura, ¿quién sanciona a los jueces corruptos, que también los hay?
Deben ser controlados por un organismo de la Corte Suprema. Puede ser un comité de expertos en Derecho que estén facultados a examinar los juicios y hacer comentarios sobre la bondad o deficiencia de los fallos. Ahora, la Corte Constitucional dice que solo se puede sancionar a un juez si el superior ha hallado un error inexcusable, pero eso es una traba. Muchas veces el usuario ya no quiere más problemas y desiste. Por eso hay jueces que hacen lo que les da la gana.
¿Eliminar la Judicatura sería beneficioso?
No creo que sea bueno eliminarla, pero sí limitarla. El Poder Judicial es muy grande y por eso se necesita de una Judicatura ocupada únicamente de lo administrativo. Se debe encargar de comprar equipos, modernizar el sistema de audiencias. Incluso hoy los edificios no tienen servicios higiénicos dignos, o faltan citadores y por eso demoran hasta tres meses para que citen a alguien.
¿Qué falta para que los jueces sean independientes?
Deben ganar bien, deben tener cargos vitalicios, pero para llegar a ser juez debe haber una verdadera escuela judicial. No como ahora que con un curso de unas semanas ya están formados. Deben ser de verdad buenos profesionales y si hay rastro de corrupción deben ser sacados y denunciados.
¿Quiénes deberían integrar el Consejo de la Judicatura?
Creo que los jueces deben nombrar a un director de la Judicatura, quien deberá actuar como gerente.
¿Qué otro cambio haría?
Hay que cambiar la Constitución para poder cambiar la justicia. Ahora hay muchos candados que lo impiden.
EL CONTEXTO
El juicio político a tres vocales del Consejo de la Judicatura recordó los últimos años en los que los concursos para jueces han sido arreglados y las destituciones están al servicio del Poder Ejecutivo. Para frenar la metida de mano a la justicia se requieren cambios constitucionales.