
La Judicatura queda en manos de Murillo
Fausto Murillo es el presidente encargado. Álvaro Román, vocal alterno de la Presidencia, dice que él debía ser nombrado
La falta de institucionalidad, como un cáncer que afecta al Estado, ahora se extiende al Consejo de la Judicatura. Tres de sus vocales, Fausto Murillo, Juan José Morillo y Maribel Barreno, votaron por el primero de ellos para que ejerza la presidencia del organismo encargado de administrar la justicia.
Se trata de un nombramiento temporal, del que se desconoce cuánto durará. “La ley no contempla un plazo para seleccionar al presidente de la Judicatura”, reconoce Hernán Ulloa, vocal del Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS).
Esta entidad deberá seleccionar al nuevo titular de la Judicatura de la terna que envíe el presidente de la Corte Nacional. “Primero debemos recibir la terna. Después, hay que verificar si los candidatos cumplen los requisitos, luego, la fase de impugnación...”, agrega Ulloa.
Al largo proceso se suma el hecho de que el CPCCS carga trabajo atrasado. Debe seleccionar al defensor del Pueblo, al contralor, nombrar nuevos vocales en el Consejo Nacional Electoral; debe seleccionar al superintendente de Compañías y a los representantes de la Conferencia Plurinacional de Soberanía Alimentaria.
La fila es larga. El viernes 4 de febrero, Fausto Murillo asumió la Judicatura. Inmediatamente después de la sesión extraordinaria de la noche del jueves en la que fue elegido convocó a los medios y presentó su meta: “el fortalecimiento del servicio de justicia”.
Sin embargo su nombramiento ya levanta polémicas. El primero en criticarlo es Álvaro Román, suplente de María del Carmen Maldonado, quien renunció el miércoles a la presidencia de la Judicatura.
“Yo soy el reemplazante, el alterno y el suplente de la Presidencia”, dice. Su criterio se sustenta en el fallo de la Corte Constitucional que blindó las decisiones del Consejo de Participación Transitoria. Entre estas su nombramiento en 2019.
El problema es que la Constitución (art. 179) dice que la Presidencia de la Judicatura debe ser conducida por un delegado de la terna de la Corte Nacional de Justicia.
Román llegó por parte de la Fiscalía. “Yo pierdo fuente por decisión del Consejo Transitorio. Paso a ser lo que me designan. En ese momento me dieron la potestad de representar a la Función Judicial”. Román agrega que en 2019 la Corte Nacional no impugnó su nombramiento.
La Judicatura, en un comunicado, explicó que la selección de Murillo se dio con base en el segundo inciso del artículo 262 del Código Orgánico de la Función Judicial. Esa norma señala que el Pleno puede designar a un presidente en caso de ausencia o impedimento de su vocal suplente.
A esta crítica, se suma otra sobre la probidad de Murillo. “Es terrible que el encargo de la presidencia recaiga en alguien tan cuestionado como Fausto Murillo... en una persona que para atornillarse a cargo abusó del sistema de acciones constitucionales”, indica Ismael Quintana, constitucionalista.
El episodio al que se refiere ocurrió en 2021, cuando el CPCCS lo removió de su cargo. Para frenar la decisión Murillo presentó una medida cautelar a las 22:44, del 24 de abril, en un juzgado de Babahoyo. 10 minutos después el juez emitió un fallo de 24 páginas. Eso nunca se investigó.
- 3 votos de José Morillo, Maribel Barreno y del propio Fausto Murillo obtuvo la presidencia.