El juicio paralelo de Sobornos se celebra en redes sociales

El juicio Sobornos 2012-2016 pasó de los tribunales a las redes sociales. En ese espacio virtual se ha desatado una guerra de afirmaciones, acusaciones y hasta amenazas entre Fiscalía y partes procesales. 

La primera víctima parece haber sido la perfiladora criminal Alexandra Mantilla. Su análisis colocó a Rafael Correa y a Jorge Glas como líderes de una estructura criminal de cohecho por los supuestos aportes ilegales de contratistas del Estado a las campañas de Alianza PAIS. 

Desde el viernes, Mantilla tuvo que acogerse al Programa de Protección de Víctimas y Testigos. Es que su idoneidad fue puesta en duda por las partes, incluso dentro de la misma audiencia. Le fue peor en las redes después que la Fiscalía difundió su perfil. Los procesados hurgaron en sus títulos y los pusieron en duda. 

Con los reparos vinieron las amenazas. Mantilla asegura que se originaron en diferentes partes: "por el Twitter, por el Facebook, por mensajes, debido a eso he cerrado todas mis redes sociales y tuve que ingresar al sistema", señaló a EXPRESO. 

La campaña en redes de la Fiscalía ha motivado un sinfín de respuestas. El domingo 1 de marzo la Fiscalía escribió: "La justicia no se compra, recuérdalo. A la corrupción se la combate, no se negocia con corruptos". Jorge Acosta respondió: "En el momento previo a sentencia cree necesaria una presión ‘subliminal’, @FiscaliaEcuador? Ya vemos cuánto confía en sus ‘argumentos’ e inferencias diminutas". 

En otro tuit la Fiscalía dijo: "Los hechos dicen más que las palabras: quienes mintieron y manipularon una vez, intentan hacerlo de nuevo para no enfrentar la justicia. No te dejes manipular, infórmate por canales oficiales". 

El usuario Jorge Guarnizo contestó: "hasta cuando piensan llevar todo este show mediático. #FiscaliaEc está actuando a los requerimientos políticos de los grupos de poder y del gobierno que al parecer han transmitido sus átomos a #DianaSalazar, a los fiscales, jueces, testigos y los peritos". 

Esa guerra no ha pasado desapercibida en el mundo real y más cuando la Fiscalía ha expuesto el papel de cada sospechoso. El exfiscal Franklin Bravo cree que lo que tiene que primar es el estado de inocencia en el que se encuentran las personas. La Fiscalía y todas las autoridades deben actuar bajo ese principio y todas las alegaciones de los sujetos procesales se hacen ante los jueces y no ante la opinión pública, indicó. 

Para el exfiscal Fernando Lara el proceso más que judicial se ha transformado en político y como tal hace presión a través de la opinión pública para lograr una sentencia. 

Un exfiscal general, que pidió la reserva de su nombre, señaló que los procesos judiciales evidentemente atraen posiciones políticas de lado y lado. La cuestión esencial, dice, es que los casos emblemáticos son los que más cuidadosamente deben ser abordados por los involucrados: jueces, fiscales, peritos o acusadores particulares. 

Entonces, lo que debe ocurrir es que se diferencie la comunicación política de la comunicación institucional, opinó. "En el momento en el que los políticos quieren que las instituciones hagan el trabajo de ellos, las que salen perdiendo en credibilidad son las instituciones", insistió. 

El jurista y catedrático, Felipe Rodríguez, expresa que la Fiscalía está para hacer un rol jurídico. "Vive de los impuestos que pagamos, eso quiere decir que tienen que destinar esos recursos para capacitación, maestrías, doctorados de fiscales", reitera. 

A Rodríguez lo que le preocupa es que Fiscalía está cayendo en un juego que cree que es armado por el correísmo. Añade que los correístas son más inteligentes "porque el solo hecho que la Fiscalía haga la campaña en redes va a servir a los correístas para el día de mañana decir miren como nos atacan desde el Estado, como el Estado no es imparcial, como el aparataje del Estado es el que se dedica a perseguirnos y convertirnos en prontuariados". 

Rodríguez asegura que la Fiscalía quiso hacer algo similar en el caso Balda pero él les dijo que no lo hagan, que el que quiera enterarse del caso que vaya a ver el expediente.