¿Juicio político o muerte cruzada? El debate también está en la calle
Ciudadanos de Guayaquil y Quito valoran las opciones. Algunos ven en la muerte cruzada la mejor alternativa. Otros prefieren la estabilidad
No se sienten ajenos. Aunque el posible enjuiciamiento político al presidente Guillermo Lasso se ha centrado en las últimas semanas en la esfera de los analistas, juristas y catedráticos; los ciudadanos también tienen un criterio formado alrededor del tema e, incluso, una postura sobre cuál sería, según ellos, la mejor opción para el país en este “tenso” escenario. Diario EXPRESO repasa algunos de sus criterios.
“La acción que quiere emprender la Asamblea Nacional (juicio político) es lo más imprudente en este momento político y social que vive el país”, indica César Fierro, de Guayaquil, quien no duda de que “atrás de este proceso hay intereses de otras personas que quieren arribar al poder”. Asimismo, sostiene que si reiteradamente los asambleístas tienen la intención de bajarse al presidente, a este “no le queda otra opción que decretar la muerte cruzada”.
Muerte cruzada: un escenario cada vez más presente en la Asamblea Nacional
Leer másEn esa misma línea de pensamiento se encuentra Alba Alarcón, también de la urbe porteña, quien hace hincapié en que la Asamblea Nacional no ha dejado gobernar al presidente Guillermo Lasso. “En este país, los señores legisladores no dejan gobernar a nadie. Lo único que ven es el beneficio de ellos”, continúa e indica que disolver el Parlamento le podría dar un mayor campo de acción al mandatario, “porque no queda más”.
Sin embargo, también hay otros criterios en el debate sobre cómo debería ser la posible salida del presidente Guillermo Lasso. “La muerte cruzada le daría importantes poderes y podría aplicar lo que no ha podido hacer en estos casi dos años, como las privatizaciones”, aduce Guillermo Leones, dirigente barrial del sector sur de Guayaquil.
Según su perspectiva, el juicio político tampoco sería una buena opción por los intereses que diferentes partidos políticos tienen respecto a quién podría asumir el poder. “Son asambleístas y cometen tantos errores (en la solicitud de enjuiciamiento). Cuidado y hayan acuerdos de fondo, como los hubo antes”, advierte el dirigente.
Muerte cruzada, la última carta que le queda a Lasso para evitar el juicio político
Leer másAsimismo, Gustavo Rivadeneira, de Guayaquil, señala que “la mejor opción es que no se dé paso al juicio político, aunque la muerte cruzada es una opción viable también”. Sin embargo, recalca en que ambas alternativas afectarían la estabilidad política, “que es necesaria para la estabilidad económica (...)”.
Por otro lado, en las calles de Quito los ciudadanos reciben con desidia y hasta molestia la pregunta de si es mejor para el país que los jueces de la Corte Constitucional admitan el juicio político al presidente Lasso, o que este disuelva la Asamblea Nacional para que se adelanten elecciones.
“¡Que se vayan todos!”, “¡Lo que nos toca a los ciudadanos es trabajar!”, “¡Los políticos solo ven por sus intereses!”, son algunas de las respuestas que recibió Diario EXPRESO de ciudadanos que prefieren no ahondar en comentarios ante la consulta.
La Corte Constitución le pone suspenso al juicio político contra presidente Lasso
Leer másLos que se detienen, como el abogado Diego Guamba Torres, dicen que, para empezar, los asambleístas que plantean el juicio político no han podido probar hasta el momento que el jefe de Estado se haya aprovechado o haya sido parte de un delito. “Es evidente que los legisladores desconocen las leyes. Tenemos unos asambleístas con el cerebro vacío, no son coherentes con sus ideas y dejan un mal sabor a los ecuatorianos, que esperaban más de sus autoridades”, lamenta el jurista.
Por lo tanto, considera que lo que corresponde es que el presidente Lasso active el mecanismo de muerte cruzada para que se vayan los asambleístas, “que es un clamor popular”, pero a la vez que se adelanten las elecciones.
En la misma línea se pronuncia Hugo Herrera, que cree que si bien el Gobierno suma una serie de falencias en su gestión, en parte esto se ha agravado por la postura de los asambleístas de oposición, que entorpecen cada iniciativa del Ejecutivo. “En la crisis política que vive el país y que afecta directamente a los ciudadanos, a quienes nos toca desarrollar nuestras actividades en medio de esta incertidumbre, lo mejor es que el presidente mande a la casa a los asambleístas y en seis meses votemos nuevamente”, argumenta.
El comerciante Fabricio Suasnavas dice que si bien el presidente Lasso “está por los suelos” en credibilidad, la situación de los asambleístas es todavía peor, por lo que lo mejor sería que se disuelva la Asamblea Nacional. “Esta situación, la falta de seriedad de las autoridades electas, obviamente afecta el día a día de los ciudadanos, que no sabemos qué va a pasar mañana. Y a eso hay que sumarle las constantes amenazas de paralización del lado indígena, precisamente por la situación política”, remata Suasnavas.