Assange romperá el silencio
Algo más de tres meses después, Assange intervendrá en la sede del organismo europeo en la ciudad francesa de Estrasburgo.Agencia EFE

Julian Assange romperá su silencio en Europa tres meses después su liberación

Desde que llegó a Australia, el fundador de WikiLeaks ha pasado el tiempo  paseando por el bosque o la playa con su familia

El australiano Julian Assange, que ha mantenido un perfil bajo desde que regresó a su país natal como un hombre libre el 26 de junio, romperá su silencio el martes 1 de octubre en Estrasburgo ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, después de haber sido liberado mediante un acuerdo que zanjó una larga batalla legal.

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Entre lo poco que se sabe de la vida en libertad del fundador de WikiLeaks desde que llegó a Australia, es que ha pasado el tiempo dando paseos por el bosque o la playa y disfrutando de su familia.

Desde entonces, su mujer, la hispano-sueca Stella Assange, solo ha publicado dos fotos en Australia de ella con su marido, en las que aparecen abrazados, así como otra reciente de la pareja sonriente con sus dos hijos de 7 y 5 años en una playa australiana.

Fue Stella Assange quien tomó la palabra cuando su marido llegó a Australia el pasado 26 de junio, indicando que este necesitaba "tiempo para recuperarse" y "acostumbrarse a la libertad" antes de "hablar de nuevo".

Algo más de tres meses después, Assange intervendrá mañana en la sede del organismo europeo en la ciudad francesa de Estrasburgo, y el miércoles los representantes parlamentarios de los 46 países miembros debatirán una resolución sobre las consecuencias de su caso para los derechos humanos.

EL PRIMER TESTIMONIO DE ASSANGE

El viaje del australiano de 53 años a Estrasburgo solo supone "una rara pausa en su proceso de recuperación", remarcó Stella Assange en un mensaje la semana pasada en X.

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"La visita supone el primer testimonio oficial de Assange sobre su caso desde antes de su encarcelamiento en 2019", recordó WikiLeaks al anunciar la comparecencia de su fundador en un comunicado de prensa la semana pasada, haciendo mención a las declaraciones que tuvo que ofrecer en el marco del proceso para su pretendida extradición a Estados Unidos.

Las últimas entrevistas ofrecidas por Julian Assange se remontan a 2018, cuando habló a diversos medios, entre ellos australianos, desde la Embajada de Ecuador en Londres.

Por su parte, los diarios The Age y Sydney Morning Herald publicaron a principios de mes una foto de Assange con barba platina, como el característico color de su cabello, junto a su padre, el octogenario John Shipton, en un suburbio de la ciudad de Melbourne, donde se cree que vive.

Su hermano Gabriel Assange, así como simpatizantes del activista y exhacker, impulsan una campaña para pedir que el Gobierno estadounidense lo indulte.

La saga comenzó con la filtración por parte de WikiLeaks en 2010 de decenas de miles de documentos secretos o de contenido sensible sobre Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán, así como de la base de Guantánamo, una de las mayores filtraciones de información clasificada en la historia del país norteamericano.

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Detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso hoy archivado, Assange estuvo refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio de 2012 hasta su expulsión y detención en el Reino Unido en abril de 2019 a petición de EE.UU., que instigó el proceso judicial.

El australiano pasó el último lustro en la cárcel de alta seguridad londinense de Belmarsh, en medio de un complejo proceso de extradición a Estados Unidos, que lo acusaba de hasta 18 delitos por violar la Ley de Espionaje estadounidense, equivalentes a 175 años de prisión.

La libertad de Assange fue posible tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU. en el que se declaró culpable de violar dicha ley de espionaje, lo que suponía una condena de 62 meses de cárcel que quedó anulada por el tiempo ya cumplido en Belmarsh, a cambio de regresar a Australia.

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