La Junta de Beneficencia de Guayaquil cierra las puertas de la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac
Más de 100 personas, entre profesores, personal administrativo y de servicios varios, del centro educativo amanecieron sin trabajo
La Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac cerró, hoy, sus puertas por resolución de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. En un comunicado, la referida entidad benéfica explica que, la difícil, pero necesaria decisión tomada se debe a la emergencia sanitaria y al estado de excepción provocados por el Covid-19.
El plantel que fue creado en septiembre de 1929 por las Hermanas de la Caridad provenientes de París, Francia, funcionó como un centro integral sin fines de lucro, para niñas. Estaba ubicado dentro del Asilo del Bien Público.
A pesar del cierre, hasta ayer los profesores recibieron su capacitación 'on line', como parte del nuevo método pedagógico al que obliga la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus.
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Leer másDe las ocho horas de jornada laboral que tenían los docentes, dos o tres eran para atender las charlas virtuales. El tiempo restante lo dedicaban a crear videos y armar estrategias para las más de 1.200 estudiantes del plantel. Sin embargo, un mensaje que les llegó vía WhatsApp a las 00:22 los paralizó. “(Emoticones de tristeza) Queridos compañeros me duele mucho darles a conocer el cierre de nuestro querido plantel. Decisión tomada por el directorio de La Junta de Beneficencia de Guayaquil por la situación económica financiera producto de la pandemia que estamos viviendo. Quiero agradecer la colaboración brindada por cada uno de ustedes …”, escribió Lupe Garay, rectora del Santa Luisa de Marillac.
Ante este comunicado no oficial, la reacción de los docentes, quienes pidieron no ser identificados, no se hizo esperar.
Una de las afectadas es educadora del plantel, quien bastante apenada y preocupada por la decisión aseguró que lo primero que hizo fue rezar para tranquilizarse y encontrar la paz que necesita. "Tengo una hija menor de edad que estudiaba en el Santa Luisa, ahora tendré que buscar una escuela fiscal, al menos por este año, hasta ver qué puedo hacer”, dijo la maestra.
Incluso, la referida unidad educativa realizó el pago de sueldos con retraso. “En abril nos vino un descuento de 200 dólares sin explicación alguna”, agregó.
Otra profesora también lamentó lo sucedido ya que es el sustento de su hogar, "tengo tres hijos que mantener. No sabía que me esperaba este regalo por el Día de la Madre”, dijo la mujer de 55 años.
Pero los más sorprendidos por la inesperada noticia son los padres de familia, a quienes a través de un comunicado se les informó del cierre del plantel. La opción que les dieron es matricular a sus representadas en la Unidad Educativa José Domingo de Santistevan que también pertenece a la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
“Conservaremos, durante este año lectivo, las mismas condiciones de costos de matrícula y pensiones ya reconocidas”, dice en el escrito emitido por La Junta de Beneficencia de Guayaquil y firmado conjuntamente por Ernesto Noboa Bejarano, director de la entidad y la rectora educativa Lupe Garay.
“En lo personal no matriculé a mi hija porque estaba esperando que la escuela haga algún tipo de descuento por la crisis que estamos atravesando, algo que nunca se dio”, dijo Beatriz Quijije.
Luis Andrade, papá de Camila, quien es la presidenta del consejo estudiantil, también está preocupado. En un grupo de mensajería que mantiene con otros padres de familia se enteró que la mayoría de las compañeras de su hija no están matriculadas por la falta de dinero. Andrade vive de lo que gana a diario. Con esfuerzo logró reunir los $85.77 para asegurarle un cupo a la estudiante. “Justamente hoy matriculé a mi hija por la web, no sé cómo vayan a hacer con la devolución del dinero porque la señora rectora no nos responde el teléfono”, indicó consternado. Agregó que si no tiene otra opción enviará a su representada al Santistevan.
Estoy con sentimientos encontrados. No hay lugar para las críticas solo para recordar los buenos y malos momentos que vivimos en la institución. Me sentiré orgullosa de ser Luisiana.
Este medio se contactó con la rectora Lupe Garay, pero no respondió ninguna de las siete llamadas telefónicas, así como tampoco a los mensajes enviados a su número de WhatsApp.
Beatriz Ocejo, directora de comunicación de la entidad benéfica dijo que, "estaba elaborando un boletín de prensa para los medio de comunicación". Se abstuvo de dar declaraciones, "porque el directorio debe aprobar el texto que se hará público en las próximas horas".
Hasta el cierre de esta nota no había llegado ningún comunicado de parte de la referida institución estudiantil. Personal educativo espera que se liquiden todos sus haberes.