El fin justifica los medios

En el colegio nos enseñaron que esa frase fue escrita por Nicolás Maquiavelo, otros dicen que la escribió Napoleón Bonaparte en la última página de su ejemplar del libro El Príncipe. Lo cierto es que en la actualidad la gestión política ha entrado en una espiral de todo vale, con un cinismo que es difícil adivinar hasta dónde podemos llegar como sociedad en descomposición.

Conocí a Elizabeth Cabezas cuando era parte del equipo de Nathalie Cely en el Ministerio Coordinador del Desarrollo Social, cuando con el Servicio Holandés para el Desarrollo (SNV) las apoyábamos para que desarrollen la iniciativa de negocios inclusivos. Para ese entonces puedo reconocer que fue una funcionaria muy eficiente.

¿Qué paso para que la misma persona amable y buena funcionaria haya cambiado tanto como para que todos hayamos escuchado su conversación, supuestamente con María Paula Romo, sobre cómo detener una investigación en la Asamblea Nacional? Como dicen ahora los chicos, debemos estar todos locos cuando consideramos normal lo que acabamos de vivir, pues parecería que lo malo es la grabación, y claro que el espionaje es un delito censurable, sino pregúntenle al presidente Nixon, que perdió su cargo por el caso de Watergate. Pero, ¿y el bloqueo de una fiscalización? "El conversar con los sectores (políticos) sobre las leyes y los procedimientos de la Asamblea no hace parte de ningún proceso extraño a la actividad legislativa", dice María Paula Romo. Pero, aunque seamos minoría, muchos fuimos educados bajo la consigna de que el que nada debe, nada teme. El mismo presidente debería ordenar a la Contraloría y a la Fiscalía una investigación de las cuentas en el exterior, y de si el presidente se benefició o no de dineros provenientes de coimas de proveedores o tramitadores del Estado, al mismo tiempo que se investiga el espionaje en la AN.

Ya deberíamos empezar una gran estrategia nacional para recuperar el correcto proceder. Yo esperaba mucho más de María Paula y de Elizabeth, justo por ser mujeres, pero lamentablemente me fallaron. Están en el modo de que para ellas el fin sí justifica los medios.