Kronfle vs. Noboa: esto no es pugna de poderes sino bronca entre dos críos
El presidente de la Asamblea pidió su derecho de réplica a más de 200 radios para rebatir a Daniel Noboa
Las autoridades del Ejecutivo y de la Asamblea, como Daniel Noboa, Henry Kronfle y el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, ignoran el difícil y noble arte de reservarse la penúltima palabra. No soportan la idea de quedarse callados: Noboa ofrece una entrevista en la que critica a Kronfle, quien organiza una rueda de prensa para responder a Noboa, y luego Torres convoca a los medios para replicar más duro. Así, se perpetúa un ciclo interminable de declaraciones y contra-declaraciones, convencidos de que tendrá la razón quien hable al último. El episodio más reciente de esta escalada de irritación pública fue el intercambio radial de acusaciones entre el presidente de la República, que concedió una entrevista el lunes, y el de la Asamblea, que pidió espacio para replicarlo el martes, con declaraciones venenosas del viceministro de por medio, para enardecer los ánimos.
La insignificancia de los motivos
Todo parece indicar que los protagonistas no son conscientes de la dimensión de lo que están haciendo. Que el presidente de la Asamblea Nacional pida una réplica para rebatir al jefe de Estado en más de 200 emisoras radiales conectadas en cadena parece un evento de tan desproporcionada gravedad que el país entero debería estar conmocionado. Sin embargo, son tan irrelevantes los motivos del enfrentamiento, tan olvidables los argumentos de uno y otro lado y tan deleznables sus consecuencias para la vida real de los ecuatorianos de a pie, que ya podrían producirse intercambios como este todos los días sin despertar el interés de nadie.
Asamblea vs. Daniel Noboa: bancadas abogan por el diálogo, pero con reparos
Leer másPorque no es sobre políticas públicas que debaten los dos más altos funcionarios del Estado. No discuten sus diferencias sobre las estrategias de la lucha antidelictiva, que nos concierne a todos, o sobre las posibles soluciones a la crisis de la seguridad social. No. Se pelean por si quitaron o no quitaron los unos su firma de un papel; si quieren o no quieren los otros participar de una comisión; si sirve para algo la tal comisión o no sirve para nada; si se juntaron o no se juntaron estos con aquellos; si votaron o no votaron, si apoyan o no apoyan o nomás quieren “molestar” (insólita palabra prepubescente que el presidente Daniel Noboa y su jefa de bancada parlamentaria, Valentina Centeno, han colocado en el centro del debate político nacional para vergüenza de todos).
Cambios de posturas y madurez política
Hace apenas dos meses y dos días (el 8 de mayo, exactamente) que Kronfle ponía sus manos al fuego por Noboa, a propósito del escándalo ocasionado por la construcción de un proyecto inmobiliario de la familia presidencial en un área protegida de Olón. Ahora no se pueden ver ni en pintura. Noboa le cambia el jefe de la escolta legislativa a Kronfle, en plena ejecución de un plan de seguridad para la Asamblea, y Kronfle responde cambiando los secretarios y prosecretarios de las comisiones parlamentarias que maneja la bancada de Gobierno. Nomás para incordiarse mutuamente. Y ponen el asunto sobre la mesa como si se tratara de diferencias irreconciliables y profundas. Así lo explicaba el presidente de la Asamblea en su réplica de este martes: por qué cambió a los funcionarios de las comisiones del Gobierno, le preguntó el periodista Washington Delgado; “porque es mi potestad”, respondió Kronfle; y para explicarse mejor: así como a mí me quitaron el jefe de la escolta, yo les quito los funcionarios de las comisiones. Un dechado de madurez política la de nuestros mandatarios.
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Leer más¿Tiene que ver con la campaña electoral?
Noboa ensaya imprecisiones sinuosas, malintencionadas y evidentes, para provocarlo: que los socialcristianos se han unido a los correístas para archivar el juicio político de Wilman Terán, dice, por ejemplo. La verdad es exactamente la inversa: el PSC se opuso a ese archivo desde el primer día y fue el Gobierno el que lo propició. Pero Kronfle cae en la provocación, se indigna, se retuerce de las iras y reacciona irritado, cuando quizás debería responder con desdén y dejar que los hechos hablen por sí solos. Porque el presidente de la República está en franca campaña electoral y la construcción de un enemigo, la fabricación de una identidad de víctima y la invención de conspiraciones golpistas, que van desde el supuesto intento de declararlo loco hasta los arteros planes para enjuiciar políticamente a su canciller (como si en realidad creyera que la toma de la embajada de México le podía salir gratis) parecen ser las prioridades de su Gobierno en materia de comunicación. La oposición solo quiere “molestar”, dice y repite. “Eso no se vale”, responde Kronfle. Y el país, atónito, se cae a pedazos mientras sus máximas autoridades devalúan sus cargos.
Escucha este episodio de Politizados a las 07:00, del 10 de julio