Kronfle pide plata para botar
El presupuesto de la Asamblea será de 67,6 millones. No es exorbitante pero se podría reducir con un poco de delicadeza. Y debe ser aclarado.
La pregunta es de cajón: ¿cuánta plata y en qué gasta la Asamblea Nacional? 67,6 millones de dólares está pidiendo el presidente Henry Kronfle al Ministerio de Finanzas para el ejercicio económico de 2024. No es que sea una cifra exorbitante pero no ha sido públicamente desglosada. Y cuando uno ha visto a la sede legislativa quedarse vacía de asambleístas desde el jueves al mediodía hasta el martes por la mañana, porque los honorables representantes del pueblo gozan de fines de semana extendidos que, con harta frecuencia, se prolongan hasta por cuatro días con el pretexto del “trabajo en territorio” (como si los legisladores fueran ingenieros de caminos), entran ganas de preguntar: ¿cuántos de esos gastos son superfluos? ¿Paga el contribuyente los pasajes de avión para el traslado semanal (ida y vuelta desde y hacia Quito) de estas damas y caballeros? ¿Cuánto se va en viáticos? ¿De qué tipo? ¿Se puede esperar de estas personas un mínimo de delicadeza en el manejo del dinero público?
Para empezar, la sección denominada “Transparencia” en la página web oficial de la Asamblea Nacional deja muchas preguntas sin responder, lo cual ya es un problema. De transparencia, lo que se dice transparencia, muy poco. De los meses de noviembre y diciembre, que son los que lleva la administración de Henry Kronfle al frente del Legislativo, no hay un solo dato subido hasta la fecha (y ya es hora que haya alguno, sobre todo si se tienen las cosas lo suficientemente claras como para presentar un presupuesto a Finanzas). En el período comprendido entre junio y octubre rigió el cese de funciones por efectos de la muerte cruzada, así que resulta poco representativo; en todo caso, de esos meses solo existe un revoltijo de datos incomprensibles. Hay que acudir a la información de enero a mayo para hacerse una idea aproximada de cuánto y en qué gasta la Asamblea.
La Asamblea solicita a Finanzas $ 67,6 millones para funcionar en 2024
Leer másLos sueldos, como ocurre en todos los organismos públicos, son el rubro más alto del presupuesto. Según los datos del mes de mayo, la remuneración unificada anual arroja un total de 34 millones 510 mil dólares para los 1.360 funcionarios (incluidos 137 asambleístas) de la Asamblea. Casi 36 millones si se consideran horas extras y sueldos décimo tercero y décimo cuarto. ¿A qué gastos piensa destinar Henry Kronfle los 30 millones adicionales a esta cantidad que está solicitando al Ministerio de Finanzas?
A juzgar por el comportamiento económico del año que termina, es importante el rubro de “viáticos y movilizaciones”. Entre enero y mayo de este año, la Asamblea destinó 806.950 dólares a los viajes nacionales e internacionales de sus legisladores y funcionarios. Se puede calcular cerca de 2 millones anuales por este concepto. Aquí se incluyen, por ejemplo, los 1.200 dólares de viáticos que cobró Celestino Chumpi por tres días de participación en el Foro Parlamentario Mundial en Washington; los 3 mil dólares que se embolsó Wilma Andrade por acudir a la Asamblea de la Unión Interparlamentaria en Baréin, entre el 11 y el 15 de marzo (aunque ella, misteriosamente, llegó tres días antes y volvió dos días después); los 2.258 dólares que le dieron a Remigio Luna para gastos en La Habana, cuando viajó por cinco días a la Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo... Viajes todos estos que constituyeron un auténtico sacrificio de los legisladores en beneficio del país y reportaron enormes beneficios a todos los ecuatorianos. ¿O alguien no recuerda con orgullo las emotivas participaciones de Chumpi, Andrade y Luna en los foros internacionales de Washington, Baréin y La Habana, respectivamente? ¿Ah, no? De estos casos hay por decenas.
No se incluye aquí el paquete de pasajes de avión para desplazamientos al interior del país, cuando los asambleístas van y vienen de su “territorio” en goce de aquellos fines de semana extendidos que no hay poder humano que les quite. La contratación de una agencia de viajes para la adquisición de pasajes aéreos con este fin alcanzaba, para mayo de este año, la bicoca de 710 mil dólares. A esto habría que sumar las cuentas de telefonía celular, servicio que obtienen con el cargo y cuyo valor no consta en la página de Transparencia, así como los gastos de vivienda de quienes proceden de provincia, que son los más. Son beneficios que habría que sumar al abultado salario de 4.759 dólares mensuales que ganan los legisladores.
Todos estos gastos hablan claramente de la profunda indelicadeza de los legisladores a la hora de beneficiarse del dinero de los contribuyentes. Aun así, distan mucho de alcanzar los 30 millones de dólares que le faltan a Henry Kronfle para sumar los 67,6 que requiere del Ministerio de Finanzas. Falta información sobre servicios y mantenimiento. Al respecto, la página de Transparencia de la página oficial de la Asamblea es bastante mezquina. Sin embargo, los informes de las áreas técnicas en los que dice justificarse el pedido de Kronfle, insisten en que este último rubro, mantenimiento, será especialmente oneroso, debido al parón de casi seis meses después de la muerte cruzada. Lo único claro es que una buena parte del presupuesto de Kronfle se podría recortar con una mínima dosis de responsabilidad de los asambleístas. En cuanto al resto, debería ser explicado públicamente.
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