Lagrimas y goles en la hora del adios
Barcelona le rindió el mejor homenaje a Guillermo Almada, doblegando a Deportivo Cuenca en el estadio Monumental.
“Muchas gracias... profe Almada muchas gracias... que mañana volverás...”. El estribillo que los integrantes de la barra Sur Oscura le dedicaron al entrenador uruguayo marcó el adiós de Barcelona, equipo que anoche goleó 6-2 a Deportivo Cuenca, en un partido que se convirtió en un torrente de emociones.
Guillermo Almada decidió vivirlo de un modo diferente. Ingresó a la cancha para seguir de cerca el calentamiento de sus jugadores, mientras constantemente observaba las gradas que poco a poco se iban poblando, posiblemente tratando de prolongar la despedida del equipo en el que se comió las verdes y las maduras desde mediados de la temporada 2015.
Antes de que el árbitro central diera el pitazo inicial recibió una placa de manos del presidente José Francisco Cevallos, un homenaje por todo lo que le dio al Ídolo. Se marchó a la banca de suplentes y por primera vez en la noche se quebró. Tapó su rostro, tratando en vano de contener las lágrimas.
En 20 minutos los amarillos ya tenían una ventaja de 3-0 y en el estadio se volvieron a escuchar cánticos dedicados para el timonel de un equipo que en la cancha daba cátedra de fútbol. Por segunda vez en la noche se lo vio llorar.
Llegó la reacción de la visita, que antes del cierre del primer tiempo acortó diferencias. Por primera vez se vio al Almada de siempre, reclamando de forma vehemente la decisión del colegiado.
Para la etapa de complemento se cambió de camisa. Lucía algo extraño, demasiado calmado, apenas dando algunas indicaciones a sus dirigidos.
Llegó la avalancha de goles de los canarios. Uno de los que más celebró fue el quinto, obra de Christian Alemán, en una espectacular chilena que quienes ya peinan canas la relacionaron con la de Víctor Ephanor en el estadio 9 de Mayo de Machala, aquella que le dio un título a Barcelona midiendo a Técnico Universitario.
El cronómetro avanzaba, ya era el minuto 88 y desde las gradas se dejó caer el agradecimiento de los hinchas, convertido en un nuevo coro: “Oooh Almada no se va... no se va... no se va... Almada no se va”. Fue el momento más emotivo. El estratega charrúa se rindió y dejó escapar todo aquello que trató de contener, la expresión mojada de su alma, más lágrimas.
“Aquí dejo grandes amigos. Una parte de mi vida se queda en el club al que le deseo lo mejor del mundo y al que algún día espero volver”, concluyó.
Lo que se vio
Lo bueno
Producción
Fidel Martínez está en la recta. Es el goleador de Barcelona, pero también uno de los que más aporta en la elaboración de juego de su equipo. No llegó como 9, pero está cubriendo bien esa posición.
Lo malo
La violencia
Al término del primer tiempo un joven hincha de Barcelona tuvo que ser retirado del estadio, con su cabeza rota. No se dieron mayores detalles del incidente, pero se lo llevaron vendado.