“Ni Lasso ni Correa”: Jaime Nebot tras declaratoria de muerte cruzada
Los líderes del PSC niegan haber tenido un pacto con el correísmo y dicen que Lasso tomó una decisión dictatorial
La primera reacción de Jaime Nebot, máximo líder del Partido Social Cristiano (PSC), tras conocer la decisión de la Corte Constitucional que inadmitió todas las demandas de inconstitucionalidad, fue alejar la imágen de su movimiento con la de Rafael Correa.
Muerte cruzada: Jaime Nebot el "posible candidato más potente" a la Presidencia
Leer más“Si el PSC y Nebot tuvieran pacto con Correa, habrían apoyado la muerte cruzada. Como jamás ha existido ni existirá dicho pacto, ni tampoco estamos de acuerdo con que se violente la democracia y la Constitución, hace rato que la hemos rechazado expresa y reiteradamente”, dice el comunicado, en el que también firma Alfredo Serrano, presidente del partido.
“¿A quién le beneficia la muerte cruzada, es decir una elección en apenas tres meses? Evidentemente a Rafael Correa que la ha venido pidiendo hace tiempo”, indica el comunicado.
En el texto, publicado la noche del 18 de mayo de 2023, también se refiere a las elecciones anticipadas en las que se elegirá presidente, vicepresidente y legisladores y que para los líderes del Partido Social Cristiano constituyen una actitud dictatorial, tomada “por miedo o por odio político”.
El PSC dice que la muerte cruzada beneficia paradójicamente al “al político odiado y temido” y se refiere a Rafael Correa e insiste que él es su adversario político.
Lasso dice que no tiene planes de buscar la reelección, según The Washington Post
Leer más“Nosotros jamás hemos sido ni seremos socialistas de ningún siglo; jamás concordamos con la forma de gobernar de Rafael Correa; siempre será nuestro adversario. Pero no lo odiamos ni le tememos. Son los cobardes y los odiadores lo que por ese motivo han evidenciado ahora un pacto bajo la égida del miedo, del odio y de la estupidez”.
Uno de los puntos que trata el comunicado es el juicio político de Lasso. Para Nebot y Serrano, el presidente siempre quiso evitar la censura y que su “arrogancia” sienta un “nefasto precedente antidemocrático”, ya que en el futuro un presidente disolverá la Asamblea si se ve inmerso en un juicio político y teme perderlo.