Lasso y su primer tramo en claroscuro
Un vistazo a los 100 primeros días de Presidencia. El plan de vacunación es la medalla de oro. Queda pendiente conocer la ruta económica. Se prometió mano dura a la delincuencia
Cien días. Tiempo suficiente para evaluar el corto camino recorrido y vislumbrar por dónde irá el Gobierno Nacional. Tiempo para pasar revista a las aún frescas promesas de campaña y su avance. El presidente Guillermo Lasso cumple este primer tramo de sus cuatro años de administración ondeando una bandera: la vacunación contra la COVID-19. El plan 9/100 avanza aceleradamente, no así la aplicación del proyecto económico del que solo se conocen líneas generales. Empleo, educación superior, seguridad ciudadana, salud son algunas de las áreas para pasar revista.
- Vacunación. Es el plan estrella del Gobierno. Ya son más de 8,5 millones de ecuatorianos vacunados con dos dosis y más 2,2 millones con una. La llamada diplomacia de las vacunas surtió efecto. China ha proporcionado el 62 % de las dosis. También ha llegado la colaboración con vacunas y/o insumos de otros países como Canadá, España y Estados Unidos. Ahora el Ministerio de Salud proyecta vacunar a los mayores de 12 años y analiza inocular a partir de los dos años de edad, dependiendo de los resultados de estudios científicos sobre los efectos en los menores de edad.
- Salud. La eficiencia del plan de vacunación no se refleja en el caótico sistema de salud. La corrupción copó casi todos sus niveles. Compras de insumos con sobreprecio durante la pandemia ahora motivan investigaciones y procesos judiciales. Infraestructura obsoleta, un mal servicio y localidades, como Pedernales, aún esperan que se levante un hospital. Todo esto como herencia de pasados gobiernos y que se espera, luego de una evaluación encabezada por el vicepresidente Alfredo Borrero, al menos encaminar el sistema. El Seguro Social es otra historia. Su fondo de salud está en rojo, según lo afirmó César Rodríguez, miembro del Consejo Directivo. Mientras el Ministerio de Finanzas sigue sin responder a la deuda que mantiene con el instituto.
- Economía. ¿Más o menos impuestos? ¿Más reducción del gasto público? La oferta de campaña fue eliminar la carga tributaria a los ciudadanos. Lasso incluso firmó y notarizó su compromiso de eliminar cinco impuestos: a la salida de divisas (ISD); a los consumos especiales; al valor agregado para determinados artículos de primera necesidad; a activos en el exterior; y a la renta sobre herencia, legados y donaciones. “Declaro formalmente que cuando llegue a la Presidencia, enviaré un proyecto de ley calificado de urgencia en materia económica, que derogará impuestos para crear empleo”, publicó el pasado 14 de enero el entonces candidato Lasso en su cuenta de Twitter. La ley aún no llega a la Asamblea. Lo que sí anunció fue la eliminación del ISD para pasajes aéreos. La atención ahora está en la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, una que se ajuste al plan económico.
- Seguridad. El primer día, la primera reunión del Consejo de Seguridad Nacional y la primera sorpresa. El presidente Lasso, según ha declarado, se enteró en esa cita que los gobiernos anteriores poco o nada hicieron para combatir con dureza el narcotráfico, como colocar radares en Manabí y Santa Elena que vigilen vuelos clandestinos. Y es precisamente esta actividad ilícita el origen de parte de los crímenes violentos. La propuesta más reciente es eliminar o reformar la tabla de consumo de drogas. A criterio del Gobierno, promueve el microtráfico; para otros puede criminalizar a pequeños consumidores. Otra arista del narcotráfico se vive en las cárceles acechadas por los amotinamientos producto de las disputas de bandas. El Gobierno ha destinado 75 millones de dólares para recuperar al menos algo del control dentro de los centros penitenciarios. El combate a la violencia de género también fue una de las promesas de campaña.
- Empleo. Un millón de empleos productivos fue la promesa presidencial. Todavía no hay cifras de los avances de esa promesa. Lo que se conoce, de boca del presidente, es la intención de presentar la Ley de Oportunidades Laborales que regule empleos futuros manteniendo el Código Laboral que regule a los actuales. Siete de cada diez ecuatorianos que están en la informalidad entrarían en la nueva norma.
- Educación superior. Prometió eliminar la Secretaría de Educación Superior, pero reculó. El presidente prefirió centrarse en lo que considera es lo realmente importante: que los jóvenes elijan libremente su carrera. Eliminó el Examen de Acceso a la Educación Superior para reemplazarlo por la prueba Transformar que, en lugar de medir conocimiento, evalúa actitudes y habilidades. Esta ya inició. No solo eso. El presidente personalmente acudió a la Asamblea Nacional para presentar la reforma a la Ley de Educación Superior con la que se espera incrementar el cupo en los centros de educación superior que ahora reclaman por el recorte presupuestario a las becas.
- Comunicación. Al día siguiente de su posesión, el presidente presentó su primer proyecto de ley: de Libre Expresión y Comunicación. Elimina gran parte de la actual Ley de Comunicación para reemplazarla por unos cuantos artículos basados en la Convención Americana de Derechos Humanos y la Declaración de Chapultepec. Y salva otros artículos relacionados a la publicidad y el espectro radioeléctrico.