Laurence Nicoud, la periodista que le da sabor al cuidado ambiental
Laurence se unió en 2017 a Greenpeace y llegó a aguas ecuatorianas en el barco Arctic Sunrise
En los rincones más inesperados del mundo, surgen historias de transformación que inspiran, como la de Laurence Nicoud, una periodista cuyo camino hacia la realización personal la llevó desde la redacción de un periódico hasta la cocina de un barco, promoviendo una alimentación sana y sostenible.
Con 42 años, Laurence se unió en 2017 a Greenpeace y llegó a aguas ecuatorianas en el barco Arctic Sunrise, que en marzo pasado participó en una expedición científica en las Islas Galápagos para documentar la riqueza submarina e impulsar la ratificación del Tratado Global de los Océanos, firmado el año anterior.
Hasta ahora, solo Chile y Palau lo han ratificado, y se necesitan al menos 60 países más.
Laurence Nicoud
"Cuando me embarqué por primera vez, pensé que solo sería por tres meses", dijo Laurence, quien cultivó su pasión por la cocina orgánica tras alejarse del ajetreado mundo del periodismo.
Francesa de nacionalidad, Laurence, que también ha participado en expediciones del Arctic Sunrise en la Antártida, comentó a EFE que intenta usar principalmente productos orgánicos de los países donde el barco toca tierra y da prioridad a la comida vegetariana, aunque también prepara pescado o carne ocasionalmente.
Para ella, todo en el planeta está conectado y es imperativo hacer algo frente al desastre ecológico actual, por lo que decidió contribuir a través de la alimentación, ya que "somos lo que comemos".
"Si seguimos consumiendo productos de supermercado, producidos por la agroindustria, no cambiaremos nada, por eso compro productos locales y orgánicos", explicó.
Laurence crea nuevas recetas en el barco para satisfacer a cerca de cuarenta personas de diferentes países, que no necesariamente son vegetarianas, y quienes aprecian sus platos, como la "veggy burger", una hamburguesa hecha de remolacha, frijol, pimiento ahumado, copos de avena, cebolla, ajo y quinua; o el aguacate frito empanizado con sésamo y semillas de nigella; o la berenjena al vapor con aderezo de crema de coco, cacahuate y salsa de soya.
Laurence busca demostrar que la alimentación en el barco puede ser beneficiosa tanto para las personas como para el planeta.
Tras su expedición en Ecuador, el Arctic Sunrise continuará hacia aguas colombianas para seguir con investigaciones, y Laurence se abastecerá de productos locales hasta llegar al siguiente puerto, repitiendo este proceso durante los tres meses de travesía.
Al regresar, Laurence volverá a su pequeño barco en Francia, donde continuará con un proyecto sobre alimentación sana.
"Lo que amo es cocinar para otros y tratar de que comprendan que podemos comer de una manera que respete al planeta", insistió Laurence, quien trabajó seis años como periodista.
Aunque dejó el periodismo por la cocina, Laurence asegura que siempre será periodista en su mente, por lo que desde hace unos ocho años, envía correos a sus amigos y conocidos para compartir sus experiencias y explicarles los beneficios de sus platos y los productos que utiliza.
En su amor por el mar, Laurence también estudió prehistoria en la universidad, ya que considera que las cuestiones medioambientales están ligadas al pasado y a cómo antes éramos capaces de vivir en armonía con la naturaleza.
Convencida de la importancia de cuidar el medio ambiente, Laurence no utiliza teléfonos celulares inteligentes, ya que cree que la gente está muy influenciada por ellos y prefiere comunicarse con sus seres queridos a través de un móvil antiguo o del teléfono satelital del barco, así como por correo electrónico, porque "escribir es describir", aferrándose a su sueño de promover una alimentación sana y sostenible.
Desde las aguas del océano Pacífico hasta los sabores frescos de sus platos orgánicos, la historia de Laurence es un poderoso recordatorio de la capacidad humana para reinventarse y encontrar significado en los lugares más inesperados.
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