“Educar a los ninos para no tener que castigar a los hombres”

N o hay una frase o sentencia tan rotunda y cierta como la pronunciada por Pitágoras: “Educar a los niños para no tener que castigar a los hombres”.

La responsabilidad de los padres en la crianza de sus hijos es fundamental dentro de los hogares, puesto que de cumplir a cabalidad con el deber inexcusable de enseñarles desde pequeños el verdadero camino a seguir para que se conviertan en personas de bien y puedan ganarse el pan de cada día de manera honrada en cualquier profesión que desempeñen (incluso de políticos que tengan que ser elegidos alcaldes, prefectos, asambleístas, etc.), se sentirán satisfechos de haberlos guiados correctamente hacia sus destinos; pero, en caso de no prestarles atención y dejar que hagan lo que quieran “porque no les gusta ir a la escuela” sino andar vagando en las calles con “amigos”, serán culpables directos del fracaso de sus vástagos y de la vida equivocada que llevarán en el futuro, en un mundo que no faltará en ningún momento el consumo de drogas y se “graduarán” de hábiles delincuentes por las “destrezas” adquiridas en el difícil “arte” de robar bienes públicos o privados, secuestrar a ciudadanos para pedir elevadas sumas de dinero por entregarlos “sanos” y “salvos” a sus familiares, o cometer delitos más graves en contra de la sociedad.