“La enfermedad renal cronica es un problema de salud publica”
Guillermina Blum, directora de la fundación renal Íñigo Álvarez de Toledo, habló con EXPRESO sobre la enfermedad y su incidencia en la ciudad.
El fin de semana Guayaquil fue la sede de la II edición de las jornadas nefrológicas Ibero Ecuatorianas, que organizó la fundación renal Íñigo Álvarez de Toledo. Durante el encuentro, realizado por cumplir 25 años de vida institucional, EXPRESO conversó con su directora, Guillermina Blum, para conocer un poco más sobre las enfermedades renales y su incidencia en la ciudad.
− ¿Qué porcentaje de guayaquileños las padece y cómo está afectando a la población?
− Las enfermedades renales crónicas van en aumento y son ya una problemática de salud pública. En Guayaquil, Ecuador y el mundo, 1 de cada 10 personas las van a padecer si tienen patologías secundarias sobreañadidas como la diabetes e hipertensión. De hecho la enfermedad renal crónica es la quinta causa de muerte en Ecuador.
− En relación a décadas atrás, ¿los casos han aumentado?
− Sí, porque las enfermedades sobreañadidas precisamente lo han hecho. Hoy, el 25 % de la población tiene diabetes; el 30 % hipertensión, y asimismo la obesidad va aumentando, la tienen hasta los niños. Tener obesidad, altera microscópicamente los riñones, los lesiona. ¿Y los efectos? pues se ven dentro de 15 años. El hecho de que se consuma carne en exceso y se siga ingiriendo, asimismo en exceso, proteínas en polvo, hace hiperfuncionar los riñones. Es como si le estuviera poniendo el acelerador a su cuerpo, lo que altera al órgano y genera un aumento de los lípidos en la parte interna de los vasos sanguíneos, dando entonces cabida a la hipertensión.
− ¿Qué se está haciendo al respecto para reducir los casos?
− Se está educando. Ahora hay más charlas y talleres que hacen énfasis en la necesidad de que nuestros médicos en atención primaria, desde los dispensarios, hagan detenciones precoces. El fin es que haya más control y se realicen determinados exámenes para detectar incluso pequeños fallos.
− Pero ahora, ¿el diagnóstico precoz sigue siendo la asignatura pendiente?
− No, ahora hay más prevención, eso los médicos a nivel país lo tenemos claro. También hay más conciencia y campañas de prevención. Como fundación, por ejemplo, recorremos cantones haciéndolas de forma permanente.
− ¿Qué avances se han producido en la donación de órganos?
− Muchísimos. Solo en nuestro ente hemos preparado a 21 médicos en gestión de trasplantes y todos esos coordinadores hoy son líderes de las unidades trasplantadoras en los hospitales. El trasplante en nuestro país es una realidad. Desde hace 10 años, el hospital Luis Vernaza ha venido haciéndolos y ahora lo hace también el hospital Teodoro Maldonado. Nosotros hemos sido bendecidos este año con 4 trasplantes y en los 25 años, hemos logrado más de 30 trasplantados. En las provincias de igual manera se los hacen, tanto con donantes vivos y cadavéricos.
− En ese punto. ¿Cuándo son mejores los resultados?
− En ambos, pues si bien en los cadavéricos la compatibilidad es menor, es igual de aceptable. Sobre todo porque ahora con los inmunosupresores (medicamentos), en ambos los trasplantes funcionan muy bien. El pronostico es bueno en ambos.
− ¿Cómo ha cambiado la nefrología desde hace décadas hasta ahora?
− Ha avanzado mucho en nivel de medicación. Tenemos una gama de medicamentos hipertensivos y vitamina D, así como suplementos proteicos. A nivel de diálisis, también hay avances. Las máquinas son digitales. Es decir, la nefrología ha avanzado en el mundo y nosotros tenemos acceso a ello.