“El estar en Guayaquil me ayudo a templar mi caracter”
Proviene de la parroquia Tambillo, un pueblo ubicado a 20 minutos del cantón San Lorenzo, Esmeraldas, donde se accede únicamente por vía fluvial recorriendo largos tramos por las caudalosas aguas de los ríos de la zona.
Proviene de la parroquia Tambillo, un pueblo ubicado a 20 minutos del cantón San Lorenzo, Esmeraldas, donde se accede únicamente por vía fluvial recorriendo largos tramos por las caudalosas aguas de los ríos de la zona.
Un día decidió aventurar en la gran ciudad y viajó tras el llamado de una prima.
Con apenas 18 años de edad y un equipaje de ilusiones, pues el verdadero se quedó en manos de su madre en el forcejeo por no permitirle acceder al bus de transporte que la llevaría a Guayaquil, tomó el camino que sería el de su superación. No existía obstáculo que le impidiera cumplir sus sueños y aspiraciones.
Según Marien, la relación con sus hermanos era muy buena, fueron unidos en las buenas y en las malas, vivieron en Tambillo hasta cuando terminaron el cuarto grado, luego se mudaron a Esmeraldas, donde pudieron seguir el bachillerato. Son una familia muy grande, 10 hermanos de padre y madre, cinco de padre y dos de crianza.
“Mi papá decía que la mejor herencia que puede legar es dejarnos graduados. Él y mi mamá eran comerciantes de concha y coco, viajaban constantemente por el país, nosotros vivíamos y estudiábamos con mis hermanos en Esmeraldas, era como una casa comunal. Todo eso me hizo querer salir de mi casa con el deseo de superarme, mientras tanto me concentraba en el estudio”, comentó Segura. Mi padre me vio graduarme en el colegio, pero no me vio en la universidad”, agregó.
A los tres días de graduarse planeó irse con una amiga a Quito, pero finalmente la llegada de una prima desde Guayaquil marcó su destino. Le dijo que cómo iba a viajar a Quito si en Guayaquil tenía su casa; con ese argumento la prima la convenció.
¿El color de la piel, el género femenino o la pobreza? ¿Qué fue lo que en algún momento de la vida marcó el destino de Marien Segura Reascos?
Según Olga Tenorio, abogada y prima de la magistrada, “desgraciadamente, nacimos y crecimos en una sociedad solapadamente racista, por nuestro color siempre se es objeto de burlas y humillaciones, pero Marien con su carácter firme y fuerte jamás se dejó amedrentar por esos detalles.
Cuando era estudiante y no tenía trabajo, ella presentaba su hoja de vida en distintas empresas, mas cuando veían que era negra no la contrataban, teniendo la capacidad para el trabajo que ella quería; la principal traba fue por su color de piel”, dijo Tenorio.
Proveniente de un hogar humilde y con muchas carencias, eso no fue un impedimento, para Marien fue un impulso; siempre fue una buena estudiante, tanto en el colegio en Esmeraldas como en la universidad en la ciudad.
Para ir a la universidad, ella y su inseparable prima tenían que caminar desde el parque La Victoria, al regreso el mismo recorrido, pues no había dinero para coger dos buses. Muchas veces con lluvia y siempre expuestas a peligros, pues salían muy tarde de clases.
“En Guayaquil me enteré de que era negra, cuando llegué la gente me lo hizo sentir, recién pude conocer lo que era el racismo y la discriminación, pero le doy las gracias a Guayaquil también por eso, pues lo bueno y malo por lo que pasé, me sirvió para templar mi carácter, se me aclaró la mente y la visión de la sociedad, me convertí en una mujer fuerte. No lloro fácilmente, mi fortaleza me ha llevado a tener la entereza para enfrentar muchas cosas”, dijo la jueza.
“La vida dura en Guayaquil me ayudó para ser una mujer de decisiones, para tener empuje y garra en la vida. Aprendí que no todo te lo van a dar tus padres, ellos te dan un empujón en la vida, pero depende de uno como ser humano salir a adelante, si uno no se propone y se proyecta, nunca vas a lograr tus objetivos”, comentó Segura.
Sin perder tiempo, a los pocos meses de llegada, decidió inscribirse en la universidad. En un principio pensó seguir la carrera de Psicología Clínica, pero su horario de trabajo se cruzaba con el de clases y se decidió por la Jurisprudencia. Comenta que ese paso fue trascendental en su vida, pues estaría por descubrir la que era su real vocación.
Siendo estudiante se le presentó una gran oportunidad, entró a trabajar en un estudio jurídico, aprendió mucho e hizo sus primeras prácticas legales.
Luego de desempeñarse como jueza de la Niñez y Adolescencia, decidió concursar al cargo de jueza constitucional. Por su capacidad y preparación logró ganar.
Hoy tiene dos meses desempeñando funciones como jueza de la Corte Constitucional. Constituye un hito porque es la primera mujer afroecuatoriana en un cargo de este tipo. (F)