“Hay que apurar a la justicia”

Directo, mordaz, auténtico. Así es el expresidente Gustavo Noboa, quien asumió el poder en enero del 2000, en medio de una gran crisis política, bancaria y social, por lo que tuvo que tomar drásticas medidas económicas. Era vicepresidente cuando, el 26 de octubre de 1998, Ecuador y Perú sellaron un acuerdo de paz que puso fin a un conflicto territorial de décadas.

- La Universidad César Vallejo de Lima le entregó un doctorado honoris causa por su lucha por la paz entre Ecuador y Perú. ¿Lo esperaba?

- No lo esperaba; no lo soñé nunca. Por la celebración de los 20 años de la firma del Acuerdo de Paz entre Ecuador y Perú (26 de octubre de 1998), me invitaron y me dieron un doctorado honoris causa en la Universidad César Vallejo, una gran universidad, que tiene 80.000 estudiantes. Y es una universidad para el pueblo porque los estudiantes pertenecen a un grupo social relativamente pobre. Para mí fue un honor muy grande estar allí.

- ¿Qué hizo usted para que la Universidad César Vallejo le entregara un honoris causa?

- Como ciudadano fui llamado por la universidad para integrar la comisión para el estudio de los impasses territoriales de Ecuador con Perú. En 1998, cuando se firmó la paz, fui elegido vicepresidente de la República (Jamil Mahuad fue presidente). Antes de eso fui presidente de la Comisión de Seguridad y Confianza radicada en Santiago, Chile. ¿Qué hice? Lo que hicieron todos en esa comisión: luchar por la paz porque si tu no crees en la paz no luchas por ella. La paz no es ausencia de balas, de cañones, de guerra; la paz es un bien ético, un bien moral, la paz es constructiva.

- ¿Paz es lo que le ha faltado al país en los últimos años?

- El país, por diez años, desayunó con una música que se llamaba la marcha de la bronca. Aquí todos los días había bronca y los sábados había ‘requetebronca’ y entonces hemos vivido así.

- ¿La bronca es la culpable de lo que pasa hoy en el país?

- El país está complicado. No estoy de acuerdo como están las cosas. Con esto estoy diciendo que (las cosas) van muy lentas, la Justicia está tremendamente atrasada, lenta.

- ¿En qué está lenta?

- En este momento ya debería haber siquiera dos docenas de presos de primera. Por ahí hay dos o tres (incluido el exvicepresidente Jorge Glas) y otros de menor rango, pero nada más. Aquí hay que apurar a la Justicia. El fiscal renuncia. ¿Por qué renuncia? Los fiscales no tienen que irse de viaje y este se ha ido de viaje cuando le ha dado la gana; eso no puede ser. El fiscal tiene que ponerse a trabajar. Hay que tener más fiscales -al menos cien- para que metan presos a toda esta caterva de pillos que ha habido en el Ecuador.

- ¿Qué piensa usted de la fuga de Fernando Alvarado, exsecretario de Comunicación de Rafael Correa?

- Una tomadura de pelo. Estos que se han robado los billetes no deberían tener grilletes - eso es una ridiculez-, deben estar presos en Latacunga. Hay que meterlos presos y el presidente de la República (Lenín Moreno) debe apurarse.

- ¿Inconforme con la gestión de Lenín Moreno?

- Yo creo que Lenín ha ido haciendo lo que ha podido hacer, pero yo exigiría más porque a grandes males grandes remedios. Primero: ¿Dónde está la recuperación del dinero? ¿A quién le han quitado un bien? No hay recuperación de dinero. Dicen que lo están buscando; no lo encuentran todavía. Segundo: ¿Dónde está la venta de los bienes que confiscaron? Acaso se ha vendido un canal, una compañía. Por allí dicen que han vendido el Banco del Pacífico. Dónde están las ventas de los canales. No lo veo. Por lo tanto, yo pienso que estamos muy lentos.

- ¿Qué debe o puede hacer el Gobierno para acelerar todo?

- Tomar decisiones porque hay que tener poder de decisión. Hay que decir: hay que hacer esto ahora y el que no quiere hacerlo se va y punto.

- ¿Cree que hay mucho discurso y poca acción?

- Hay mucho compadrazgo todavía. No se ha eliminado el compadrazgo y estos de Alianza PAIS todavía quieren seguir. Y Rafael Correa sigue por ahí queriendo mandar.

- Rafael Correa está siendo procesado por la Justicia. Parece que presidente que sale, presidente que es judicializado.

- Pero hay algunas cosas que han sido políticas. Tener a Abdalá Bucaram fuera de Ecuador tantos años fue político; cuando el perro hambriento me persiguió a mí fue político; pero en este caso no se puede decir que hay persecución política.

- Pero ese es el discurso.

- De acuerdo, pero es porque son hipócritas, porque lo que han hecho es llenarse la boca de patria y los bolsillos de plata. Estos señores deben irse a la cárcel, desde Correa para abajo.

- Tenemos el caso Gabela, el caso Balda que muestran cómo se manejó todo políticamente.

- Terrible. Por donde se aprieta hay pus. Yo creo que ese gobierno, el de Correa y toda esa gentuza, si mandara a comprar una docena de caramelos de menta en esto habría sobreprecio. Si mandan a comprar una docena de rollos de papel higiénico, en eso había sobreprecio. Nada se ha salvado; y cada día lo vemos peor.

- A la Justicia le toca actuar, pero en la Judicatura también hay corrupción.

- El pueblo se está cansando ya y cuando se canse dirá que se vayan todos. Gobierno, Asamblea... Ya ha pasado. O las cosas cambian con decisión o las cosas van a ir para peor.

- ¿Qué es lo peor que le puede pasar al Ecuador?

- Que lleguemos a ser Venezuela porque (Nicolás) Maduro está podrido.

- El Gobierno de Moreno ha tomado distancia de Venezuela. ¿Es suficiente con esa distancia?

- No. La Asamblea qué hace. Nada. A nadie le importa si los asambleístas se van a sus casas porque no hacen nada. Nadie hace nada.

- Hablando de hacer nada, ¿qué piensa del caso de Julian Assange?, el hacker asilado hace 6 años en la Embajada del Ecuador en Londres.

- Debería estar afuera; jamás debió haber entrado. Con Assange lo que hay que hacer es ponerlo en la puerta y darle una patada en la nalga.

- ¿Y con Rafael Correa?

- Gracias a Dios ya no lo tenemos aquí, pero ‘ojito’ que Rafael Correa merece Latacunga, no grilletes.