“Hay que romper con la rutina”
La rutina es un hábito comparado con la monotonía, que es la falta de variedad, es el aburrimiento que nos pasa a todos cuando redundamos en lo mismo en la vida cotidiana. La monotonía es el síntoma del día, para colmo trae rutina, la clave alternativa para combatir este mal es amar a Dios y ser útil a la comunidad.
Dios es vital ame, trabaje, estudie, sirva y adore a Dios, ore. Pongamos matices a la vida siendo improvisados con sorpresas, visitemos centros comerciales, iglesias, parques etc. Plasmemos nuestro día en una foto para el recuerdo, no solo comer y dormir, dejemos legados de felicidad, antes que desaparezca nuestra tapicería humana.
Javier Valarezo Serrano