“La impureza del hombre”

Recordemos el pasaje de la Biblia donde Jesús dijo: “Ninguna cosa que entra en el hombre puede hacerlo impuro; lo que lo hace impuro es lo que sale de él. El que tenga oídos que oiga”. Sus discípulos le preguntaron sobre lo que había dicho. Él les respondió: ¿No comprenden que nada de lo que entra en el hombre puede hacerlo impuro? Porque no entra en su corazón; sino en su estómago, y después sale de su cuerpo. Así, Jesucristo declaraba que todos los alimentos son puros. Y, luego explicaba: “Lo que sale del hombre, eso lo hace impuro, pues del corazón del hombre salen las malas intenciones: inmoralidad sexual, robos, asesinatos, infidelidad, codicia, maldad, vida viciosa, etc.”.