“El valor que tiene entre las personas la amistad espiritual”

Es estimulante pensar que toda persona debe tratar de mejorar cada vez más, y luchar por amor a Dios, instruirse en su palabra.

Esta clase de personas anima y vigoriza para que tú también seas cada vez mejor, ya sea con su ejemplo de vida o con su conversación que denota ser persona instruida y que quiere que tú también lo seas.

Es hermoso contar con una buena amistad que con su bondad y alegría nos contagie. Muchas veces no nos damos cuenta cuánto influimos en los demás.

Escojamos compartir con personas que también desean compartir con nosotros. Es mejor estar solos que con la persona equivocada de la que no se aprende nada.

Uno de los mejores bienes de que se puede disfrutar en la tierra es una amistad santa, verdaderamente espiritual, porque ambas partes lo hacen por la gloria de Dios. Entre ellos se comunican piadosos afectos y deseos santos, se estimulan y caminan por la misma senda.

Es natural que tengamos otras amistades por las circunstancias en las que vivimos, pero es mejor si son espirituales que comprenden cual es el último fin de cada uno de nosotros y conversar sobre ello. Entre los sentimientos más puros y sagrados está el de la Amistad donde existe Dios, el amigo siempre fiel.

Martha Reclat de Ortiz