“Para progresar hay que esforzarse”
La joven quiere obtener una beca para estudiar en Harvard. Su opción en el país es seguir Contaduría y Auditoría en la Espol.
Con alegría y orgullo... brincos y asaltos, María Fernanda Martillo Pin, de 16 años, estudiante de tercero de bachillerato de la Unidad Educativa Fiscal 28 de Mayo, aún celebra su designación de abanderada del Pabellón Nacional. El miércoles pasado portó en sus manos el lábaro patrio durante la ceremonia de Juramento a la Bandera.
Siempre estuvo dentro de sus planes alcanzar esta meta; no obstante, el triunfo la tomó por sorpresa. “Me gusta la superación, no para decir que soy la mejor ni creerme más que nadie, sino por satisfacción personal”, manifiesta.
Su vida estudiantil ha sido excelente. Terminó la escuela con cuadros de honor y en la secundaria ha logrado acumular un promedio de 9,80.
Mafer, como la llaman sus familiares y amigos, dice que no tiene ‘pinta’ de estudiosa. “Esa imagen de la abanderada metida solo en los libros está cambiando. También puedes divertirte, yo lo hago siempre que puedo” explica.
Cuando llega a su casa, luego de la jornada de estudios, lo primero que hace es bañarse y luego almorzar. Descansa un rato e inmediatamente realiza las tareas y repasa las lecciones. Algunos fines de semana va al cine y otros a fiestas en casa de alguna compañera.
El mejor consejo que le han dado sus padres es que para progresar tiene que esforzarse, pero sin dejar de lado las cosas que hace todo adolescente. Y esa lección es la que aplica diariamente en su vida estudiantil y personal. “Hay que escuchar a nuestros padres, porque lo único que ellos quieren es que progresemos y seamos mejores que ellos. Se alegran con cada meta que cumplo y eso me incentiva para superarme cada día”, dice la joven.
Sueña despierta, pero optimista de que podrá cumplir sus metas. Recuerda que cuando tenía siete años le gustaba jugar monopolio y hacer la lista de las compras diarias de la casa. “Yo hacía las cuentas y nunca me equivocaba”, dice sonriente.
Trae ese recuerdo a su mente para explicar que su sueño inmediato es seguir en la universidad la carrera de Contaduría y Auditoria. “Soy buena en los números y quiero aprovechar esa fortaleza”, menciona.
Pero no es el único sueño que tiene. También le gustaría estudiar Hotelería y Turismo y ser azafata. “Quisiera viajar y conocer muchos países”, recalca Mafer, quien desea conseguir un buen trabajo para hacer realidad sus sueños y ayudar económicamente a sus padres que tanto la han apoyado.
Al momento está en un curso privado preparándose para el examen Ser Bachiller, que le permite graduarse y obtener un cupo en la universidad pública. Quiere ingresar a la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) o ganarse una beca de excelencia para estudiar en una universidad extranjera. “Me gustaría estudiar en Harvard. Mis padres creen en mí, saben que lo lograré”, dice entusiasmada, con las palmas de sus manos juntas como señal de oración.
Su madre, Ceneida, sonríe al escucharla y decreta que así será. “Todo lo que se propone lo logra. Es empeñosa y muy entusiasta. Desde chiquita ha sido así”, recalca satisfecha.
La joven hoy dedica todos sus triunfos académicos a la familia, amigos y a todas las personas que la motivaron e impulsaron durante esta etapa, que como ella enfatiza ¡solo se vive una vez y hay que hacerlo de la mejor manera!
‘Hay que ser investigador’
María Fernanda Martillo Pin exhorta a los estudiantes a que nunca se queden conforme con lo que el profesor les enseña en clase. “Hay que investigar más para aprender más”, señala, tras aconsejarlos que se esfuercen y busquen el equilibrio entre la vida social y el estudio. “Disfruten de esta etapa que se vive solo una vez; y al final, todo tiene su recompensa”.
Unidad Educativa Fiscal 28 de Mayo
Los inicios de este centro fueron en 1924, cuando funcionó como Escuela Fiscal de Taquigrafía y Mecanografía. Veinticuatro años después (2 de abril de 1948) adquirió el nombre actual. El colegio 28 de Mayo es una institución de larga trayectoria en la formación de bachilleres técnicos en servicios que tienen mucha acogida en el campo laboral. Inmersa siempre en proyectos educativos para mejorar la calidad de sus egresados, ha buscado el cómo hacerlo; es por eso que forma parte del programa del Bachillerato Internacional. Durante la permanencia de las estudiantes en la institución se les ofrece una formación en valores éticos y morales; y se los fortalece en la parte intelectual y de creatividad.